El Señor se apareció a Salomón en un sueño, durante la noche. Y le dijo: "Pídeme lo que quieras". Hermanos: Jesús dijo a la multitud: Es lógico que la meta de todos nuestros deseos, es decir, la vida eterna, sea mencionado en el Credo, al final de todo lo que se nos propone creer: "Y la vida eterna. Amén." En la vida eterna está la unión del hombre con Dios.. la alabanza perfecta..., y el cumplimiento de todos nuestros deseos, porque cada uno de los bienaventurados poseerá aún más de lo que puede desear y esperar. En esta vida, nadie puede cumplir todos sus deseos. Nunca nada creado podrá satisfacer al hombre perfectamente. Sólo Dios satisface infinitamente. Por esto, sólo en Dios tenemos descanso, como lo dice San Agustín: " Nos has hecho par Ti, Señor, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti." |
domingo, 30 de julio de 2017
Evangelio del Día
domingo, 23 de julio de 2017
Evangelio del Día
Fuera de ti, no hay otro Dios que cuide de todos, Hermanos: Os escribo, amados hermanos, para que sepáis que desde el día en que Adán fue creado hasta el fin del mundo, el Maligno, sin descanso alguno hará la guerra a los santos (Ap 13,7)... Sin embargo son ahora pocos los que se dan cuenta que el devastador de las almas cohabita con ellos en su cuerpo, muy cerca del alma. Están atribulados y no hay en la tierra nadie que pueda confortarlos. Por eso miran al cielo y ponen en él su esperanza con el fin de recibir algo dentro de ellos mismos. Y por esta fuerza, y gracias a la armadura del Espíritu (Ef 6,13), vencerán. En efecto, reciben del cielo una fuerza que permanece oculta a los ojos de la carne. Mientras buscarán a Dios con todo su corazón, la fuerza de Dios en todo momento, secretamente, vendrá en su ayuda... Precisamente porque tocan con su propio dedo su debilidad, porque se sienten incapaces de vencer, piden ardientemente la armadura de Dios, y revestidos con las armas del Espíritu para el combate (Ef 6,13), salen victoriosos... |
domingo, 16 de julio de 2017
Evangelio del Día
Así habla el Señor: Hermanos: Aquel día, Jesús salió de la casa y se sentó a orillas del mar. ¡Oh Señor, Dios mío, y cómo tenéis palabras de vida adonde todos los mortales hallarán lo que desean, si lo quisiéremos buscar! Mas ¡qué maravilla, Dios mío, que olvidemos vuestras palabras con la locura y enfermedad que causan nuestras malas obras! ¡Oh Dios mío, Dios, Dios hacedor de todo lo criado! ¿Y qué es lo criado, si Vos, Señor, quisiéreis criar más? Sois todopoderoso; son incomprensibles vuestras obras. Pues haced, Señor, que no se aparten de mi pensamiento vuestras palabras. |
domingo, 9 de julio de 2017
Evangelio del Día
Así habla el Señor: Hermanos: Jesús dijo: Cuando Jesús tomó el cáliz, dio gracias; aquí podemos pensar en las palabras de bendición que están contenidas en una acción de gracias al Creador. También sabemos que Cristo acostumbraba a dar gracias cuando, frente a un milagro, elevaba los ojos al cielo. El daba gracias al Padre porque sabía que le escuchaba. Cristo da gracias por la fuerza divina que lleva en sí mismo y a través de la cual puede presentar a los ojos de los hombres el poder infinito del Creador. El da gracias por la obra de salvación que ha venido a realizar, y también a través de ella, que en sí misma es glorificación de la divinidad trinitaria, porque por esa obra de salvación se renueva y embellece la imagen y semejanza divina de la creación que había sido deformada por el pecado. |
domingo, 2 de julio de 2017
Evangelio del Día
Un día, Eliseo pasó por Sunám. Había allí una mujer pudiente, que le insistió para que se quedara a comer. Desde entonces, cada vez que pasaba, él iba a comer allí. Hermanos: El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. El Salvador no está solo en el camino de la cruz y no sólo hay enemigos que le acosan, sino también hay hombres que le apoyan: como modelo de los seguidores de la cruz de todos los tiempos tenemos a la Madre de Dios; como tipo de aquellos que asumen el peso del sufrimiento impuesto y soportándolo reciben su bendición, tenemos a Simón de Cirene; como representante de aquellos que aman y se sienten impulsados a servir al Señor está Verónica. Cualquiera que a lo largo del tiempo haya aceptado un duro destino en memoria del Salvador sufriente, o haya asumido libremente sobre sí la expiación del pecado, ha expiado algo del inmenso peso de la culpa de la humanidad y ha ayudado con ello al Señor a llevar esta carga; o mejor dicho, es Cristo-Cabeza quien expía el pecado en estos miembros de su cuerpo místico que se ponen a disposición de su obra de redención en cuerpo y alma. |
