Oía los rumores de la gente: "¡Terror por todas partes! ¡Denúncienlo! ¡Sí, lo denunciaremos!". Hasta mis amigos más íntimos acechaban mi caída: "Tal vez se lo pueda seducir; prevaleceremos sobre él y nos tomaremos nuestra venganza". Hermanos: No les teman. No hay nada oculto que no deba ser revelado, y nada secreto que no deba ser conocido. Dios, desde las alturas, ofrece a todos los hombres la riqueza de su gracia. El mismo es la fuente de salvación y de luz desde donde se derrama eternamente la misericordia y la bondad. Pero no todos los hombres se aprovechan de su gracia y de su energía para el ejercicio perfecto de la virtud y de la realización de sus maravillas. Sólo se aprovechan aquellos que ponen por obra sus decisiones y dan prueba con sus obras de su amor a Dios, aquellos que han abandonado toda maldad, que se adhieren firmemente a los mandamientos de Dios y tienen su mirada fija en Cristo, sol de justicia. (Ml 3,20) |
domingo, 25 de junio de 2017
Evangelio del Día
domingo, 18 de junio de 2017
Evangelio del Día
Moisés habló al pueblo diciendo: Hermanos: Jesús dijo a los judíos: Nos atrae con poder misterioso, |
domingo, 11 de junio de 2017
Evangelio del Día
Moisés subió a la montaña del Sinaí, como el Señor se lo había ordenado, llevando las dos tablas en sus manos. Hermanos: Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna. Refrán: ¡Bendito sea el que te envía! |
domingo, 4 de junio de 2017
Evangelio del Día
Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. Hermanos: Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: "¡La paz esté con ustedes!". Rogamos, pues, al clementísimo Padre por medio de ti, su Unigénito, hecho hombre por nuestro amor, crucificado y glorificado, que de sus tesoros envíe sobre nosotros el Espíritu de la gracia septiforme, el cual descansó en ti en toda su plenitud. El espíritu de Sabiduría para que gustemos el fruto del árbol de la vida que eres Tú y los sabores que recrean la vida. El don del Entendimiento con que sean esclarecidos los ojos de nuestra mente. El don del Consejo para caminar, siguiendo tus pisadas, por las sendas de la rectitud. El don de la Fortaleza para triunfar de la violencia de los enemigos que nos combaten. El don de la Ciencia para que, alumbrados con los fulgores de la sacra doctrina, hagamos juicio recto del bien y del mal. El don de la Piedad para vestimos de las entrañas de misericordia. El don de Temor con que, apartándonos de todo lo malo, dulcemente reposemos en la sujeción reverencial a tu eterna Majestad. |
