¡Vanidad, pura vanidad!, dice Cohélet. ¡Vanidad, pura vanidad! ¡Nada más que vanidad! Hermanos: En aquel tiempo: «¿Qué haré? ¿Qué comeré? ¿Con qué me vestiré?» Eso es lo que dice este rico. Sufre su corazón, la inquietud le devora, porque lo que a los demás les alegra, al avaro lo hunde. Que todos sus graneros estén llenos no le da la felicidad. Lo que atormenta a su alma es tener demasiadas riquezas al rebosar sus graneros... |
domingo, 31 de julio de 2016
Evangelio del Día
domingo, 24 de julio de 2016
Evangelio del Día
Luego el Señor añadió: "El clamor contra Sodoma y Gomorra es tan grande, y su pecado tan grave, En el bautismo, ustedes fueron sepultados con él, y con él resucitaron, por la fe en el poder de Dios que lo resucitó de entre los muertos. Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: "Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos". Tu verdad ha dicho que si llamamos nos responderán, que si golpeamos, nos abrirán, que si pedimos, recibiremos: oh Padre eterno, tus servidores están clamando tu misericordia. Respóndeles, pues. Porque sé que la misericordia es propiedad tuya y por eso no puedes rechazar a quien te la pide. Están golpeando la puerta de tu verdad, puesto que es en tu verdad, tu Hijo (Jn 14,6) que conocen el amor inefable que tú tienes al hombre. Por eso golpean tu puerta. Y es porque el fuego de la caridad no podrá, no puede no abrir a los que llaman con perseverancia. |
domingo, 17 de julio de 2016
Evangelio del Día
El Señor se apareció a Abraham junto al encinar de Mamré, mientras él estaba sentado a la entrada de su carpa, a la hora de más calor. Ahora me alegro de poder sufrir por ustedes, y completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, para bien de su Cuerpo, que es la Iglesia. Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. "Marta, Marta, te preocupas por muchas cosas"¿A quién se pueden aplicar mejor estas palabras sino a los que tienen la responsabilidad de una comunidad? ¿Quién es el que se inquieta por muchas cosas sino aquel a quien incumbe ocuparse tanto de María, la contemplativa, como de su hermano Lázaro, como de otras muchas cosas? Reconocéis en Marta la inquietud y agotamiento por mil preocupaciones: es el apóstol que tiene "la preocupación por todas las Iglesias" (2C 11,28), que vela para que los pastores se preocupen por sus ovejas. "Nadie enferma sin que yo enferme, nadie cae sin que a mi me dé fiebre" (v. 29). Que Marta, pues, reciba al Señor en su casa, puesto que es a ella a quien se le ha confiado la dirección de los quehaceres domésticos… Que también los que comparten sus tareas reciban al Señor, cada uno según su particular ministerio; que acojan a Cristo y le sirvan, que le asistan en sus miembros, los enfermos, los pobres, los viajeros y los peregrinos. |
domingo, 10 de julio de 2016
Evangelio del Día
Todo esto te sucederá porque habrás escuchado la voz del Señor, tu Dios, y observado sus mandamientos y sus leyes, que están escritas en este libro de la Ley, después de haberte convertido al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma. El es la Imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda la creación, Un doctor de la Ley se levantó y le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la Vida eterna?". Al fin pasó un samaritano… Cristo se da adrede el nombre de samaritano…, él, de quien se había dicho, para ultrajarle: "Eres un samaritano y estás poseído de un demonio" (Jn 8,48)… El samaritano viajero, que era Cristo –porque verdaderamente viajaba - vio a la humanidad que yacía en tierra. Y no hizo caso omiso, porque el fin de su viaje era "visitarnos" (Lc 1,68.78) a nosotros por quienes bajó a la tierra y se alojó en ella. Porque no solamente "apareció, sino que conversó con los hombres" en verdad (Ba 3,38)… |
domingo, 3 de julio de 2016
Evangelio del Día
¡Alégrense con Jerusalén y regocíjense a causa de ella, todos los que la aman! ¡Compartan su mismo gozo los que estaban de duelo por ella, Yo sólo me gloriaré en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo está crucificado para mí, como yo lo estoy para el mundo. El Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir. Padre santo, fuente inagotable de la existencia y del amor, |
