La palabra del Señor llegó a mí en estos términos: Hermanos: Entonces comenzó a decirles: "Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír". Cristo ha querido que el mundo le siguiera y así conducir a Dios Padre todos los habitantes de la tierra... Los venidos del paganismo, enriquecidos por la fe de Cristo, se han beneficiado del tesoro divino de la proclamación que trae la salvación. Por ella han llegado a ser partícipes del Reino de los cielos y compañeros de los santos, herederos de las realidades inexpresables (Ef 2,19.3.6)... Cristo promete la curación y el perdón de los pecados a los que tiene roto el corazón, y devuelve la vista a los ciegos. ¿Cómo no van a ser ciegos los que no reconocen a aquél que es el Dios verdadero? ¿No está su corazón privado de la luz divina y espiritual?. Es a ellos a quienes el Padre envía la luz del verdadero conocimiento de Dios. Llamados por la fe, lo han conocido; más aún, han sido conocidos por él. Habiendo sido hijos de la noche y de las tinieblas, han llegado a ser hijos de la luz (Ef 5,8) porque el día les ha iluminado, el Sol de justicia ha amanecido para ellos (Ml 3,20), y la estrella de la mañana se les ha aparecido en todo su esplendor (Ap 22,16). |
domingo, 31 de enero de 2016
Evangelio del Día
domingo, 24 de enero de 2016
Evangelio del Día
El sacerdote Esdras trajo la Ley ante la Asamblea, compuesta por los hombres, las mujeres y por todos los que podían entender lo que se leía. Era el primer día del séptimo mes. Hermanos: Muchos han tratado de relatar ordenadamente los acontecimientos que se cumplieron entre nosotros, Cuando leéis: "Enseñaba en las sinagogas y todo el mundo hablaba bien de él." (Lc 4,15) no penséis que aquella gente era especialmente afortunada porque oía a Cristo, ni que vosotros estáis privados de estas enseñanzas. Si la Escritura es la verdad, Dios no ha hablado sólo en las asambleas de los judíos de entonces, sino que habla hoy todavía en nuestra asamblea. Y no sólo aquí, entre nosotros, sino en otras reuniones y en el mundo entero, Jesús enseña y busca los instrumentos para transmitir su doctrina. Rogad por mí para que me encuentre dispuesto y apto para cantar sus alabanzas. |
domingo, 17 de enero de 2016
Evangelio del Día
Por amor a Sión no me callaré, por amor a Jerusalén no descansaré, hasta que irrumpa su justicia como una luz radiante y su salvación, como una antorcha encendida. Ciertamente, hay diversidad de dones, pero todos proceden del mismo Espíritu. Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Cambiando el agua que llenaba las tinajas, en vino, el Salvador ha hecho dos cosas: ha provisto a los invitados a las bodas de una bebida y ha hecho el signo de que, por el bautismo, los hombres quedarían llenos del Espíritu Santo. El mismo Señor lo ha declarado en otra parte, diciendo: "¡A odres nuevos, vino nuevo!" (Mt 9,17). En efecto, los odres nuevos significan la pureza del bautismo, el vino, la gracia del Espíritu Santo . |
domingo, 10 de enero de 2016
Evangelio del Día
¡Consuelen, consuelen a mi Pueblo, dice su Dios! La gracia de Dios, que es fuente de salvación para todos los hombres, se ha manifestado. Como el pueblo estaba a la expectativa y todos se preguntaban si Juan no sería el Mesías, Si se afirma que Cristo recibió el Espíritu Santo, hay que entenderlo en cuanto hombre y porque convenía así a la humanidad. Sin duda, él es el Hijo de Dios Padre, engendrado de su misma sustancia antes de la encarnación y antes de todos los tiempos. No obstante, no experimentó ninguna tristeza al oír la voz del Padre: "Tú eres mi hijo, yo te engendrado hoy." |
domingo, 3 de enero de 2016
Evangelio del Día
La sabiduría hace el elogio de sí misma Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo, Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Leemos, queridos hermanos, que en Cristo hay dos nacimientos; tanto el uno como el otro son expresión de un poder divino que nos sobrepasa absolutamente. Por un lado, Dios engendra a su Hijo a partir de él mismo; por el otro, una virgen lo concibió por intervención de Dios... Por un lado, nace para crear la vida; por el otro, para quitar la muerte. Allí, nace de su Padre; aquí, nace a través de los hombres. Por ser engendrado por el Padre, es el origen del hombre; por su nacimiento humano, libera al hombre. Ni una ni otra forma de nacimiento se pueden expresar propiamente y al mismo tiempo son inseparables... |
