Porque Dios no ha hecho la muerte ni se complace en el perdición de los vivientes. Y ya que ustedes se distinguen en todo: en fe, en elocuencia, en ciencia, en toda clase de solicitud por los demás, y en el amor que nosotros les hemos comunicado, espero que también se distingan en generosidad. Cuando Jesús regresó en la barca a la otra orilla, una gran multitud se reunió a su alrededor, y él se quedó junto al mar. «Tú no puedes abandonar mi vida en el reino de los muertos» (Sl 16,10). Esta palabra de la Escritura se cumple en Jesús en la medida en que él resucita al tercer día, antes de cualquier descomposición. La nueva forma de morir Jesús, conduce al sepulcro, pero no a la corrupción. Es la muerte de la muerte.... Esta victoria sobre el poder de la muerte, precisamente allí donde parece irrevocable, es un punto capital del testimonio bíblico... : el poder de Dios, que respeta a su creación, no está ligado a la muerte de esta. |
domingo, 28 de junio de 2015
Evangelio del Día
domingo, 21 de junio de 2015
Evangelio del Día
El Señor respondió a Job desde la tempestad, diciendo: Porque el amor de Cristo nos apremia, al considerar que si uno solo murió por todos, entonces todos han muerto. Al atardecer de ese mismo día, les dijo: "Crucemos a la otra orilla". Sus discípulos se le acercan, le despiertan y le dicen: «Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?»... Oh bienaventurados, oh verdaderos discípulos de Dios, tenéis con vosotros al Señor, vuestro salvador y ¿teméis hundiros? La Vida está con vosotros ¿y os preocupáis por vuestra muerte? ¿Despertáis de su sueño a vuestro Creador que está junto a vosotros, como si no pudiera, incluso durmiendo, calmar las olas, parar la tempestad? |
domingo, 14 de junio de 2015
Evangelio del Día
Así habla el Señor: Yo también tomaré la copa de un gran cedro, cortaré un brote de la más alta de sus ramas, y lo plantaré en una montaña muy elevada: Por eso, nos sentimos plenamente seguros, sabiendo que habitar en este cuerpo es vivir en el exilio, lejos del Señor; Y decía: "El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra: Hermanos, habéis aprendido cómo el Reino de los cielos, con toda su grandeza, se compara a un grano de mostaza... ¿Es esto lo que los creyentes esperan? ¿Lo que los fieles entienden ?... «¿Es lo que el ojo no vio, ni el oído oyó, ni el corazón del hombre puede entender ?... ¿Es lo que promete el apóstol Pablo y que ha estado reservado en el misterio inexplicable de salvación, para aquellos que le aman?» (1Co 2,9). No nos dejemos desconcertar por las palabras del Señor. Si, en efecto, "la debilidad de Dios es más fuerte que el hombre, y si la locura de Dios es más sabia que el hombre" (1Co 1,25), esta pequeña cosa, que es propiedad de Dios, es más espléndida que toda la inmensidad del mundo. Nosotros solamente podemos sembrar en nuestro corazón esta semilla de mostaza, de modo que llegue a ser un gran árbol del conocimiento (Gn 2,9), sobrepasando su altura para elevar nuestro pensamiento hasta el cielo, y desplegando todas las ramas de la inteligencia... |
domingo, 7 de junio de 2015
Evangelio del Día
Moisés fue a comunicar al pueblo todas las palabras y prescripciones del Señor, y el pueblo respondió a una sola voz: "Estamos decididos a poner en práctica todas las palabras que ha dicho el Señor". Cristo, en cambio, ha venido como Sumo Sacerdote de los bienes futuros. El, a través de una Morada más excelente y perfecta que la antigua -no construida por manos humanas, es decir, no de este mundo creado- El primer día de la fiesta de los panes Acimos, cuando se inmolaba la víctima pascual, los discípulos dijeron a Jesús: "¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la comida pascual?". Hoy, sobre el altar hemos contemplado a nuestro Señor Jesucristo. |
