domingo, 27 de diciembre de 2015

Evangelio del Día


domingo 27 Diciembre 2015



San Juan, apóstol y evangelista, Beato José María Corbín Ferrer

Leer el comentario del Evangelio por
San Juan Pablo II : La Sagrada Familia y nuestras familias

Samuel 1 1,20-22.24-28.

Ana concibió, y a su debido tiempo dio a luz un hijo, al que puso el nombre de Samuel, diciendo: "Se lo he pedido al Señor".
El marido, Elcaná, subió con toda su familia para ofrecer al Señor el sacrificio anual y cumplir su voto.
Pero Ana no subió, porque dijo a su marido: "No iré hasta que el niño deje de mamar. Entonces lo llevaré, y él se presentará delante del Señor y se quedará allí para siempre".
Cuando el niño dejó de mamar, lo subió con ella, llevando además un novillo de tres años, una medida de harina y un odre de vino, y lo condujo a la Casa del Señor en Silo. El niño era aún muy pequeño.
Y después de inmolar el novillo, se lo llevaron a Elí.
Ella dijo: "Perdón, señor mío, ¡por tu vida, señor!, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti, para orar al Señor.
Era este niño lo que yo suplicaba al Señor, y él me concedió lo que le pedía.
Ahora yo, a mi vez, se lo cedo a él; para toda su vida queda cedido al Señor". Después se postraron delante del Señor.


Epístola I de San Juan 3,1-2.21-24.

Queridos hermanos:
¡Miren cómo nos amó el Padre!
Quiso que nos llamáramos hijos de Dios,
y nosotros lo somos realmente.
Si el mundo no nos reconoce,
es porque no lo ha reconocido a Él.
Queridos míos,
desde ahora somos hijos de Dios,
y lo que seremos no se ha manifestado todavía.
Sabemos que cuando se manifieste,
seremos semejantes a Él,
porque lo veremos tal cual es.
Queridos míos, si nuestro corazón no nos hace ningún reproche, podemos acercarnos a Dios con plena confianza,
y él nos concederá todo cuanto le pidamos, porque cumplimos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.
Su mandamiento es este: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos los unos a los otros como él nos ordenó.
El que cumple sus mandamientos permanece en Dios, y Dios permanece en él; y sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.


Lucas 2,41-52.

Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua.
Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre,
y acabada la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta.
Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos.
Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él.
Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas.
Y todos los que lo oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas.
Al verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: "Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados".
Jesús les respondió: "¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?".
Ellos no entendieron lo que les decía.
El regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón.
Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia delante de Dios y de los hombres.



Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

San Juan Pablo II (1920-2005), papa
Mensaje de Navidad, 25 de diciembre 1994

La Sagrada Familia y nuestras familias

Este año, mi mensaje navideño se dirige sobre todo a las familias. Al final del año que de modo especial está dedicado a las familias, nuestro pensamiento se dirige a la Sagrada Familia... Jesús pidió al Padre para que todos fueran uno. Esta oración la pronunció la vigilia de su Pasión, pero la lleva en el corazón desde su nacimiento. "Padre, que sean uno como tú y yo somos uno" (Jn 17,11) ¿No oraba en este momento también por la unidad de todas las familias humanas?


Es verdad, ante todo pidió por la unidad de la Iglesia, pero la familia sostenida por un sacramento específico es una célula vital de la Iglesia, es a la vez, según la doctrina de los Padres, una pequeña Iglesia doméstica. Jesús, pues, ha orado desde el comienzo de su venida al mundo para que todos aquellos que creen en él experimenten su comunión con él a partir de la unidad profunda de sus familias; una unidad que forma parte "desde el principio" (cf Mt 19,4) del designio de Dios sobre el amor conyugal que está en el origen de la familia... El que se entregó a si mismo desinteresadamente, viniendo a este mundo, ha rogado para que todos los seres humanos, al fundar una familia, se entreguen mutuamente uno al otro desinteresadamente; maridos y mujeres, padres e hijos y todas las generaciones que componen la familia, cada uno aportando su propio don particular.


Familia, Sagrada Familia.., Familia estrechamente unida al misterio que contemplamos el día del nacimiento del Señor ¡guía con tu ejemplo las familias de todo el mundo! ... Hijo de Dios, presente entre nosotros en el seno de una familia, concede a todas las familias poder crecer en el amor y de contribuir al bien de toda la humanidad.... Enséñales a renunciar al egoísmo, a la mentira, a la búsqueda desenfrenada del provecho personal. Ayuda-las a desarrollar, bajo tu inspiración, las energías inmensas del corazón y de la inteligencia,







jueves, 24 de diciembre de 2015

¡SANTA Y FELIZ NAVIDAD!

EL EVANGELIO DEL DÍA

http://www.evangeliodeldia.org

 

"Señor, ¿a quién iremos ? Tú tienes palabras de Vida eterna".  Jn 6,68

 

¡SANTA Y FELIZ NAVIDAD! 

 

Queridos suscriptores,

queridos amigos:

 

        ¡Todo el equipo del Evangelio del Día les desea santa y feliz Navidad!

         La tarde de la Natividad los ángeles van a adorar al niño Dios acostado en un pesebre. Van a adorar y cantan la bondad infinita de Dios. Los ángeles nos muestran que lo que tenemos que hacer es cantar alabanzas de gloria. Nos muestran que la suprema humildad es olvidarse a sí mismo en la adoración del niño Dios y esconderse en su Luz.

 

        Cristo vino a manifestar la misericordia del Padre para todos los hombres. Sepamos recibir y tomar abundantemente en el tesoro de gracias de Navidad y anunciar la llegada del Príncipe de la Paz. Y seamos nosotros también manifestación de su Amor y Misericordia.


        Les deseamos un fecundo y santo Jubileo Extraordinario de la Misericordia.


        El equipo hispano-parlante del Evangelio del Día, un servicio evangelizo.org


INFORMACIONES

* El Evangelio del Día se puede recibir sin cargo, en Iphone, Android y otros móviles. Aqui.

* El Evangelio del Día existe, vive y se desarrolla en nuevos idiomas sólo gracias a su gran generosidad espontánea. Puede ayudarnos directamente en línea desde el sitio, por el menú “hacer un donativo”. Gracias. 

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* Para contestar, utilice el formulario de contacto.

 

lunes, 21 de diciembre de 2015

Para Navidad:¡Sostenemos a los Cristianos de Oriente!

EL EVANGELIO DEL DÍA

http://www.evangeliodeldia.org

"Señor, ¿a quién iremos ? Tú tienes palabras de Vida eterna".  Jn 6,68


Queridos amigos,
queridos suscriptores del Evangelio del Día:


Navidad se aproxima y la situación de numerosos Cristianos de Oriente permanece dramática.

Para testimoniar nuestra comunión, les proponemos responder al pedido de ayuda que hemos recibido de Monseñor Arbach, Patriarca Greco Melquita Católico de Homs.Hama y Yabroud, en Siria (carta traducida, carta original y al final del documento presupuesto del proyecto)

 

Monseñor Arbach nos propone financiar la construcción de un centro parroquial en el pueblo de Rableh. En un pueblo sobre todo católico, compuesto de griegos católicos (Melquitas) y Maronitas. Rableh está situado en la región de Homs, cerca del Líbano, y contaba con más de 5000 habitantes en 2004.

 

Construir un centro parroquial, para la catequesis, las actividades y reuniones de la parroquia y el alojamiento del sacerdote, sería un formidable signo de esperanza para esas familias en sufrimiento. Edificar para el avenir de los cristianos en Siria, muestra que tenemos esperanza en un futuro para esta comunidad en su país. La Iglesia es el principal y último sostén de esta comunidad.

Financiar la construcción de un edificio permite también dar trabajo y ánimo a los padres de familia.

 

El presupuesto que nos fue presentado se eleva a 50.000 Euros. ¡Todos juntos, suscriptores del Evangelio del Día, deberíamos llegar a ofrecerles ese regalo de Navidad! 

 

Nosotros seguiremos y compartiremos con ustedes la progresión de los trabajos hasta la inauguración.

 

Los invitamos a participar de ese regalo a nuestros hermanos haciendo un donativo que nosotros versaremos integralmente durante el mes de enero, para el financiamiento de ese centro parroquial.

Pueden hacer un donativo securizado en línea, con tarjeta bancaria, a la siguiente dirección http://evangeliodeldia.org/donation/SP/  atentos a indicar "Rableh" en la casilla "mensaje al sitio comercial", que figura en la segunda página del formulario de donativo. También pueden hacer un donativo con cheque o transferencia (ver las modalidades abajo).

 

Ya sea que podamos o no aportar una ayuda financiera, asociémonos con la oración al sufrimiento de los cristianos perseguidos en el mundo. ¡Recemos juntos por la Paz, esperando a Jesús, Príncipe de la Paz!

 

¡Desde ya, les estamos muy agradecidos! 

Reciban, queridos suscriptores, nuestro saludo fraterno. 

El equipo hispano -parlante del Evangelio del Día.

Marco, Martin y Asunción, Roberto, Blandine, hermana Cristina



Donativo securizado en línea, con tarjeta bancaria

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Indicar "Rableh" en la casilla "mensaje al sitio comercial" que figura en la segunda página del formulario de donativo. Averiguar antes los gastos bancarios eventuales.


Donativo con cheque

También puede enviar su donativo en cheque a:

Evangelizo, El Evangelio del Día
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Averiguar antes los gastos bancarios eventuales.

Para las transferencias, gracias de indicar su dirección postal o mail en el espacio previsto, para poder recibir un recibo fiscal (recibo fiscal francés en francés).

Agregar "Rableh" en el espacio previsto o después de su nombre.

En euros : IBAN = FR76 - 3000 - 3030 - 8500 - 0372 - 6114 - 293. Code BIC = SOGEFRPP 

En dólares : IBAN = FR76 - 3000 - 3030 - 8500 - 0772 - 9027 - 358. Code BIC = SOGEFRPP 

domingo, 20 de diciembre de 2015

Evangelio del Día


domingo 20 Diciembre 2015

Cuarto domingo de Adviento
Feria de Adviento: Semana antes de Navidad (20 dic.)

San Domingo de Silos

Leer el comentario del Evangelio por
San Juan Crisóstomo : «El niño ha saltado de gozo dentro de mí»

Miqueas 5,1-4a.

Así habla el Señor:
Y tú, Belén Efratá, tan pequeña entre los clanes de Judá, de ti me nacerá el que debe gobernar a Israel: sus orígenes se remontan al pasado, a un tiempo inmemorial.
Por eso, el Señor los abandonará hasta el momento en que dé a luz la que debe ser madre; entonces el resto de sus hermanos volverá junto a los israelitas.
El se mantendrá de pie y los apacentará con la fuerza del Señor, con la majestad del nombre del Señor, su Dios. Ellos habitarán tranquilos, porque él será grande hasta los confines de la tierra.
¡Y él mismo será la paz!


Hebreos 10,5-10.

Por eso, Cristo, al entrar en el mundo, dijo:
"Tú no has querido sacrificio ni oblación; en cambio, me has dado un cuerpo.
No has mirado con agrado los holocaustos ni los sacrificios expiatorios.
Entonces dije:
Aquí estoy, yo vengo -como está escrito de mí en el libro de la Ley- para hacer, Dios, tu voluntad."
El comienza diciendo: Tú no has querido ni has mirado con agrado los sacrificios, los holocaustos, ni los sacrificios expiatorios, a pesar de que están prescritos por la Ley.
Y luego añade: Aquí estoy, yo vengo para hacer tu voluntad. Así declara abolido el primer régimen para establecer el segundo.
Y en virtud de esta voluntad quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha de una vez para siempre.


Lucas 1,39-45.

María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá.
Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo,
exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?
Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno.
Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor".



Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

San Juan Crisóstomo (c. 345-407), presbítero en Antioquía, después obispo de Constantinopla, doctor de la Iglesia
Homilía atribuída

«El niño ha saltado de gozo dentro de mí»

¡Qué misterio nuevo y admirable! Juan no ha nacido todavía y ya habla por sus estremecimientos; no es visto todavía y ya advierte; no puede todavía gritar y ya se hace entender a través de sus actos; aún no ha comenzado su vida y ya predica a Dios; aún no ha visto la luz y ya señala al sol; todavía no ha nacido y ya se apresura a hacer de precursor. El Señor está allí: no puede aguantar, no soporta tener que esperar los límites fijados por la naturaleza, y se esfuerza para romper los límites del seno materno y busca por otros medios dar a conocer la venida del Salvador. «Ha llegado, dice, el que rompe las ataduras. Y yo que sigo encadenado, ¿he de seguir permaneciendo aquí? El Verbo viene para restablecer y yo, ¿he de seguir cautivo? Saldré, correré delante de él y a todos proclamaré: Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.» (Jn 1,29)

Dinos, Juan, retenido todavía en la oscuridad del seno de tu madre ¿cómo ves y cómo oies? ¿Cómo contemplas las cosas divinas? ¿Cómo puedes estremecerte y exultar? «Es grande, dice, el misterio que se está realizando, es un acto que escapa a la comprensión del hombre. Con derecho, y a causa del que ha de innovar el orden sobrenatural, yo innuevo el orden natural. Veo, incluso antes de nacer, porque veo en gestación al Sol de justicia (Ml 3,20). Percibo por el oído, porque al venir al mundo soy la voz que precede al gran Verbo. Grito, porque contemplo, revestido de su carne, al Hijo único del Padre. Exulto, porque veo al Creador del universo recibir forma humana. Salto, porque pienso que el Redentor del mundo ha tomado un cuerpo. Soy el precursor de su venida y me adelanto a vuestro testimonio.







domingo, 13 de diciembre de 2015

Evangelio del Día


domingo 13 Diciembre 2015

Tercer domingo de Adviento

Santa Juana Francisca Frémiot de Chantal

Leer el comentario del Evangelio por
Orígenes : "En su mano tiene el bieldo para aventar..."

Sofonías 3,14-18a.

¡Grita de alegría, hija de Sión! ¡Aclama, Israel! ¡Alégrate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén!
El Señor ha retirado las sentencias que pesaban sobre ti y ha expulsado a tus enemigos. El Rey de Israel, el Señor, está en medio de ti: ya no temerás ningún mal.
Aquel día, se dirá a Jerusalén: ¡No temas, Sión, que no desfallezcan tus manos!
¡El Señor, tu Dios, está en medio de ti, es un guerrero victorioso! El exulta de alegría a causa de ti, te renueva con su amor y lanza por ti gritos de alegría,
como en los días de fiesta. Yo aparté de ti la desgracia, para que no cargues más con el oprobio.


Pablo a los Filipenses 4,4-7.

Alégrense siempre en el Señor. Vuelvo a insistir, alégrense.
Que la bondad de ustedes sea conocida por todos los hombres. El Señor está cerca.
No se angustien por nada, y en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios.
Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús.


Lucas 3,10-18.

La gente le preguntaba: "¿Qué debemos hacer entonces?".
El les respondía: "El que tenga dos túnicas, dé una al que no tiene; y el que tenga qué comer, haga otro tanto".
Algunos publicanos vinieron también a hacerse bautizar y le preguntaron: "Maestro, ¿qué debemos hacer?".
El les respondió: "No exijan más de lo estipulado".
A su vez, unos soldados le preguntaron: "Y nosotros, ¿qué debemos hacer?". Juan les respondió: "No extorsionen a nadie, no hagan falsas denuncias y conténtense con su sueldo".
Como el pueblo estaba a la expectativa y todos se preguntaban si Juan no sería el Mesías,
él tomó la palabra y les dijo: "Yo los bautizo con agua, pero viene uno que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de desatar la correa de sus sandalias; él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego.
Tiene en su mano la horquilla para limpiar su era y recoger el trigo en su granero. Pero consumirá la paja en el fuego inextinguible".
Y por medio de muchas otras exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena Noticia.



Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

Orígenes (c. 185-253), presbítero y teólogo
Homilías sobre San Lucas,26,3-5. SC 87, 340-342)

"En su mano tiene el bieldo para aventar..."

El bautismo con que Jesús bautiza es por "el Espíritu y el fuego". Si eres santo, serás bautizado con Espíritu Santo; si eres pecador, serás echado al fuego. El mismo bautismo se hará condena de fuego para los pecadores indignos. Pero los santos, aquellos que se convierten al Señor con una fe perfecta, recibirán la gracia del Espíritu Santo y la salvación.



Así, pues, aquel que bautiza con Espíritu Santo y fuego "tiene en su mano el bieldo para aventar su parva y recoger el trigo en su granero; pero la paja la quemará en un fuego que no se apaga" (Lc 3,16-17). Quisiera revelar porqué el Señor tiene en su mano el bieldo de aventar y de qué soplo se trata al aventar la parva, mientras que el trigo, de más peso, se acumula en un solo lugar, porque, si no sopla el viento no se puede separar la parva del trigo.



Creo que el viento son las tentaciones, que en el conjunto de los fieles revela lo que es parva y lo que es trigo. Porque, cuando vuestra alma ha sido dominada por la tentación, no es que la tentación haya cambiado vuestra alma de trigo en parva, sino porque ya erais parva, es decir, personas livianas y sin fe. La tentación no ha hecho más que desvelar vuestra naturaleza escondida. En cambio, si afrontáis la tentación con ánimo fuerte, no es ella la que os hace constantes y fieles. La tentación únicamente revela las virtudes de la constancia y del esfuerzo que estaban en vosotros, pero de forma escondida... "Te ha humillado y te ha hecho sentir hambre... para que reconozcas en tu corazón que el Señor tu Dios te corrige como un padre corrige a su hijo" (cf Dt 9,3-5).







domingo, 6 de diciembre de 2015

Evangelio del Día


domingo 06 Diciembre 2015

Segundo Domingo de Adviento

San Nicolás de Mira

Leer el comentario del Evangelio por
Orígenes : «Preparad el camino del Señor»

Baruc 5,1-9.

Quítate tu ropa de duelo y de aflicción, Jerusalén, vístete para siempre con el esplendor de la gloria de Dios,
cúbrete con el manto de la justicia de Dios, coloca sobre tu cabeza la diadema de gloria del Eterno.
Porque Dios mostrará tu resplandor a todo lo que existe bajo el cielo.
Porque recibirás de Dios para siempre este nombre: "Paz en la justicia" y "Gloria en la piedad".
Levántate, Jerusalén, sube a lo alto y dirige tu mirada hacia el Oriente: mira a tus hijos reunidos desde el oriente al occidente por la palabra del Santo, llenos de gozo, porque Dios se acordó de ellos.
Ellos salieron de ti a pie, llevados por enemigos, pero Dios te los devuelve, traídos gloriosamente como en un trono real.
Porque Dios dispuso que sean aplanadas las altas montañas y las colinas seculares, y que se rellenen los valles hasta nivelar la tierra, para que Israel camine seguro bajo la gloria de Dios.
También los bosques y todas las plantas aromáticas darán sombra a Israel por orden de Dios,
porque Dios conducirá a Israel en la alegría, a la luz de su gloria, acompañándolo con su misericordia y su justicia.


Pablo a los Filipenses 1,4-6.8-11.

Siempre y en todas mis oraciones pido con alegría por todos ustedes,
pensando en la colaboración que prestaron a la difusión del Evangelio, desde el comienzo hasta ahora.
Estoy firmemente convencido de que aquel que comenzó en ustedes la buena obra la irá completando hasta el Día de Cristo Jesús.
Dios es testigo de que los quiero tiernamente a todos en el corazón de Cristo Jesús.
Y en mi oración pido que el amor de ustedes crezca cada vez más en el conocimiento y en la plena comprensión,
a fin de que puedan discernir lo que es mejor. Así serán encontrados puros e irreprochables en el Día de Cristo,
llenos del fruto de justicia que proviene de Jesucristo, para la gloria y alabanza de Dios.


Lucas 3,1-6.

El año decimoquinto del reinado del emperador Tiberio, cuando Poncio Pilato gobernaba la Judea, siendo Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Felipe tetrarca de Iturea y Traconítide, y Lisanias tetrarca de Abilene,
bajo el pontificado de Anás y Caifás, Dios dirigió su palabra a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto.
Este comenzó entonces a recorrer toda la región del río Jordán, anunciando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados,
como está escrito en el libro del profeta Isaías: Una voz grita en desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos.
Los valles serán rellenados, las montañas y las colinas serán aplanadas. Serán enderezados los senderos sinuosos y nivelados los caminos desparejos.
Entonces, todos los hombres verán la Salvación de Dios.



Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

Orígenes (c. 185-253), presbítero y teólogo
Homilías sobre San Lucas, nº 22, 1-3

«Preparad el camino del Señor»

Refiriéndose a Juan vemos escrito: «Una voz grita en el desierto. Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos». Pero lo que sigue concierne únicamente al Señor, nuestro Salvador. Porque no es Juan quien «ha elevado los valles», sino el Señor, nuestro Salvador. Que cada uno consideres qué era antes de tener fe: constatará que era un valle profundo, que descendía y se precipitaba hacia el abismo. Pero el Señor Jesús vino y ha enviado al Espíritu Santo en su lugar; entonces «todo valle ha sido elevado». Ha sido elevado con las buenas obras y los frutos del Espíritu Santo. La caridad no deja que subsista en ti el valle, y si posees la paz, la paciencia y la bondad, no tan sólo dejarás de ser valle sino que empezarás a ser montaña de Dios...


«Los montes y las colinas se abajarán.» En estas montañas y estas colinas abajadas, se pueden ver las fuerzas del enemigo que se levantaban contra los hombres. En efecto, para que los valles de los cuales estamos hablando sean elevados, las fuerzas enemigas, montañas y colinas, deberán ser abajadas.


Pero veamos si la profecía siguiente que se refiere a la venida de Cristo, se ha cumplido. De hecho, el texto prosigue: «todo lo torcido se enderezará». Cada uno de nosotros estaba torcido –por lo menos si se trata de lo que era en otro tiempo y no de lo que todavía hoy somos- y la venida de Cristo, que se ha realizado en nuestras almas, ha enderezado todo lo que estaba torcido... Oremos para que cada día se cumpla  su venida en nosotros y podamos decir: «Vivo, pero ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí» (Gal 2,20).







domingo, 29 de noviembre de 2015

¡Santo y feliz año litúrgico!



EL EVANGELIO DEL DÍA

http://www.evangeliodeldia.org

 

"Señor, ¿a quién iremos ? Tú tienes palabras de Vida eterna".  Jn 6,68


Queridos amigos,
queridos suscriptores del Evangelio del Día:

 

En el comienzo del Adviento, todo el equipo del Evangelio del Día les desea santo y feliz año litúrgico. ¡Qué este nuevo año nos dé a todos la ocasión de descubrir mejor los tesoros del Evangelio y la fe católica, para vivir en Cristo de manera cada vez más perfecta!

Hagamos nuestro el deseo de San Pablo: «Que el Señor los haga crecer cada vez más en el amor mutuo y hacia todos los demás, semejante al que nosotros tenemos por ustedes. Que él fortalezca sus corazones en la santidad y los haga irreprochables delante de Dios, nuestro Padre, el día de la Venida del Señor Jesús con todos sus santos ». (1Tes 3,12-13)

Toda la liturgia del Adviento es un inmenso llamado a la venida del Salvador. Para prepararse a la celebración del primer advenimiento de Cristo, el día de su Natividad, la Iglesia Católica ha querido hacer preceder esta gran fiesta de un tiempo destinado a la oración y la penitencia, simbolizado, entre otros elementos, por los ornamentos violetas. Este espíritu de penitencia esta hoy un poco olvidado, mismo si en los monasterios se sigue viviendo.

Al hambre espiritual de Dios corresponde la práctica del ayuno, que sirve para prepararnos mejor a la oración. Nuestro cuerpo, experimentando la sensación de hambre, nos muestra cuanto nuestra alma debe aspirar a Jesús, nuestro alimento espiritual. Es así que la Iglesia Católica ha instituído el ayuno del Adviento para disponernos a celebrar santamente la fiesta de Navidad. El ayuno de este tiempo litúrgico, unido a la oración más intensa, sostienen la vigilia, la espera del Verbo encarnado. 

Todas las oraciones y esfuerzos son proporcionales a la capacidad de cada uno de nosotros y son igualmente dignos a los ojos de Dios. Podemos elegir, a nuestra medida, otras penitencias, tal como el esfuerzo de atención a los otros, particularmente a quienes están más próximos y comparten nuestra vida cotidiana.

Queridos suscriptores : ¡les deseamos vivir intensamente este tiempo de espera en la alegría y la esperanza de la Venida de Cristo, nuestro Salvador !

 

El equipo hispano-parlante del Evangelio del Día, un servicio evangelizo.org

Hermana Cristina, Marco, Martin y Asunción, Roberto, Blandine


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Evangelio del Día


domingo 29 Noviembre 2015



San Saturnino de Tolosa, Beata María Magdalena

Leer el comentario del Evangelio por
San Antonio de Padua : Las dos venidas del Señor

Jeremías 33,14-16.

Llegarán los días -oráculo del Señor- en que yo cumpliré la promesa que pronuncié acerca de la casa de Israel y la casa de Judá:
En aquellos días y en aquel tiempo, haré brotar para David un germen justo, y él practicará la justicia y el derecho en el país.
En aquellos días, estará a salvo Judá y Jerusalén habitará segura. Y la llamarán así: "El Señor es nuestra justicia".


San Pablo a los Tesalonicenses 1 3,12-13.4,1-2.

Que el Señor los haga crecer cada vez más en el amor mutuo y hacia todos los demás, semejante al que nosotros tenemos por ustedes.
Que él fortalezca sus corazones en la santidad y los haga irreprochables delante de Dios, nuestro Padre, el Día de la Venida del Señor Jesús con todos sus santos.
Por lo demás, hermanos, les rogamos y los exhortamos en el Señor Jesús, que vivan conforme a lo que han aprendido de nosotros sobre la manera de comportarse para agradar a Dios. De hecho, ustedes ya viven así: hagan mayores progresos todavía.
Ya conocen las instrucciones que les he dado en nombre del Señor Jesús.


Lucas 21,25-28.34-36.

Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas.
Los hombres desfallecerán de miedo por lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán.
Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria.
Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación".
Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes
como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra.
Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante el Hijo del hombre".



Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

San Antonio de Padua (1195-1231), franciscano, doctor de la Iglesia
Sermones sobre el domingo y la las fiestas de los santos, 3er domingo de Adviento

Las dos venidas del Señor

«Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres» (Flp 4,4). Doble gozo motivado por un doble beneficio: la primera y la segunda venida. Debemos alegrarnos porque el Señor, en su primera venida, nos ha traído riquezas y gloria. Debemos alegrarnos todavía más porque en su segunda venida nos dará «años que se prolongan sin término» (Sl 20,5). Tal como lo dice el libro de los Proverbios: «Largos días en su derecha, y en su izquierda riqueza y gloria» (3,16). La izquierda, es la primera venida con sus gloriosas riquezas: la humildad y la pobreza, la paciencia y la obediencia. La derecha es la segunda venida, con la vida eterna.

De la primera venida, Isaías habla en estos términos: «¡Despierta, despierta, revístete de poderío, oh brazo del Señor! ¡Despierta como en los días de antaño, en las generaciones pasadas! ¿No eres tú el que partió a Rahab, el que atravesó al Dragón? ¿No eres tú el que secó la Mar, las aguas del gran Océano, el que trocó las honduras del mar en camino para que pasasen los rescatados?» (51, 9-10). El brazo del Señor es Jesucristo, Hijo de Dios por quien y en quien Dios ha hecho todas las cosas... Oh brazo del Señor, oh Hijo de David, despierta; ven a nosotros desde la gloria de tu Padre, tomando nuestra carne. Revístete de la fuerza divina para luchar contra «el príncipe de este mundo» (Jn 12,31) y para «echar fuera al fuerte», tú que eres «más fuerte que él» (Lc 11,21-22). Despierta para rescatar al género humano, tal como en los días antiguos liberaste al pueblo de Israel de la servidumbre de Egipto... Tú secaste el mar Rojo; lo que hiciste, lo harás ahora..., tal como has marcado en el fondo del abismo el camino por donde pasan los rescatados.

De la segunda venida, habla el Señor en Isaías con estos términos: «Mirad, voy a transformar a Jerusalén» -la Jerusalén celeste formada por ángeles y hombres- «en alegría y su pueblo en gozo. Me alegraré de Jerusalén y me gozaré de mi pueblo y ya no se oirán en ella gemidos ni llantos» (65, 18-19), porque como dice en otra parte: «El Señor enjugará las lágrimas de todos sus rostros» (25,8).







domingo, 22 de noviembre de 2015

Evangelio del Día


domingo 22 Noviembre 2015

Solemnidad de nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo

Santa Cecilia de Via Apia, Beato Elías Torrijo Sánchez

Leer el comentario del Evangelio por
San Agustín : «Mi reino no es de este mundo»

Daniel 7,13-14.

Yo estaba mirando, en las visiones nocturnas, y vi que venía sobre las nubes del cielo como un Hijo de hombre; él avanzó hacia el Anciano y lo hicieron acercar hasta él.
Y le fue dado el dominio, la gloria y el reino, y lo sirvieron todos los pueblos, naciones y lenguas. Su dominio es un dominio eterno que no pasará, y su reino no será destruido.


Apoc. 1,5-8.

Y de Jesucristo, el Testigo fiel, el Primero que resucitó de entre los muertos, el Rey de los reyes de la tierra. El nos amó y nos purificó de nuestros pecados, por medio de su sangre,
e hizo de nosotros un Reino sacerdotal para Dios, su Padre. ¡A él sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos! Amén.
El vendrá entre las nubes y todos lo verán, aún aquellos que lo habían traspasado. Por él se golpearán el pecho todas las razas de la tierra. Sí, así será. Amén.
Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, el que es, el que era y el que vendrá, el Todopoderoso.


Juan 18,33b-37.

Pilato volvió a entrar en el pretorio, llamó a Jesús y le preguntó: "¿Eres tú el rey de los judíos?".
Jesús le respondió: "¿Dices esto por ti mismo u otros te lo han dicho de mí?".
Pilato replicó: "¿Acaso yo soy judío? Tus compatriotas y los sumos sacerdotes te han puesto en mis manos. ¿Qué es lo que has hecho?".
Jesús respondió: "Mi realeza no es de este mundo. Si mi realeza fuera de este mundo, los que están a mi servicio habrían combatido para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi realeza no es de aquí".
Pilato le dijo: "¿Entonces tú eres rey?". Jesús respondió: "Tú lo dices: yo soy rey. Para esto he nacido y he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. El que es de la verdad, escucha mi voz".



Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

San Agustín (354-430), obispo de Hipona (África del Norte), doctor de la Iglesia
Homilía sobre San Juan, nº 115

«Mi reino no es de este mundo»

¡Escuchad todos, judíos y gentiles...; escuchad, todos los reinos de la tierra! No impido vuestro dominio sobre el mundo, «mi Reino no es de este mundo» (Jn 18,35). No temáis, pues, con este temor insensato que se ha apoderado de Herodes cuando le han anunciado mi nacimiento... No, dice el Salvador, «mi Reino no es de este mundo». Venid todos a un Reino que no es de este mundo; venid a él por la fe; que el temor no os vuelva crueles. Es cierto que, en una profecía, el Hijo de Dios hablando del Padre dice: «Yo mismo he establecido a mi rey en Sión, mi monte santo» (Sl 2,6). Pero este Sión y esta montaña no son de este mundo.


¿Qué es, en efecto, su Reino? Su Reino es los que creen en él, aquellos a quienes ha dicho:  «Vosotros no sois del mundo como yo tampoco soy del mundo» (cf Jn 17,16). Y, sin embargo, quiere que estén en el mundo y así ora a su Padre: «No ruego que los retires del mundo sino que los guardes del mal» (Jn 17,15). Porque no ha dicho «Mi Reino no está en este mundo» sino: «No es de este mundo; si fuera de este mundo mis servidores vendrían a luchar para que yo no sea entregado».


En efecto, su Reino está en la tierra hasta el fin del mundo; hasta que en la siega la cizaña sea mezclada con el buen grano (Mt 13,24s)... Su Reino no es de aquí  porque es como un viajero en este mundo. Sobre los que él reina, dice: «Vosotros no sois de este mundo, porque yo os he escogido sacándoos del mundo» (Jn 15,19). Eran, pues, de este mundo cuando todavía no estaban en su Reino y pertenecían al príncipe de este mundo (Jn 12,3)... Todos los que son engendrados de la raza de Adán pecador, son de este mundo; todos los que son regenerados en Jesucristo pertenecen a su Reino y ya no son de este mundo. «Dios nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al Reino de su Hijo querido» (Col 1,13).







domingo, 15 de noviembre de 2015

Evangelio del Día


domingo 15 Noviembre 2015

Trigésimo tercer Domingo del tiempo ordinario

San Alberto Magno, San Roque Gonzalez, San Félix de Nola, Beata Isabel Achler

Leer el comentario del Evangelio por
San Efrén : "A la hora que menos penséis vendrá el Hijo del hombre."

Daniel 12,1-3.

En aquel tiempo, se alzará Miguel, el gran Príncipe, que está de pie junto a los hijos de tu pueblo. Será un tiempo de tribulación, como no lo hubo jamás, desde que existe una nación hasta el tiempo presente. En aquel tiempo, será liberado tu pueblo: todo el que se encuentre inscrito en el Libro.
Y muchos de los que duermen en el suelo polvoriento se despertarán, unos para la vida eterna, y otros para la ignominia, para el horror eterno.
Los hombres prudentes resplandecerán como el resplandor del firmamento, y los que hayan enseñado a muchos la justicia brillarán como las estrellas, por los siglos de los siglos.


Hebreos 10,11-14.18.

Hermanos:
Los sacerdotes del culto antiguo se presentan diariamente para cumplir su ministerio y ofrecer muchas veces los mismos sacrificios, que son totalmente ineficaces para quitar el pecado.
Cristo, en cambio, después de haber ofrecido por los pecados un único Sacrificio, se sentó para siempre a la derecha de Dios,
donde espera que sus enemigos sean puestos debajo de sus pies.
Y así, mediante una sola oblación, él ha perfeccionado para siempre a los que santifica.
Y si los pecados están perdonados, ya no hay necesidad de ofrecer por ellos ninguna oblación.


Marcos 13,24-32.

En ese tiempo, después de esta tribulación, el sol se oscurecerá, la luna dejará de brillar,
las estrellas caerán del cielo y los astros se conmoverán.
Y se verá al Hijo del hombre venir sobre las nubes, lleno de poder y de gloria.
Y él enviará a los ángeles para que congreguen a sus elegidos desde los cuatro puntos cardinales, de un extremo al otro del horizonte.
Aprendan esta comparación, tomada de la higuera: cuando sus ramas se hacen flexibles y brotan las hojas, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano.
Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el fin está cerca, a la puerta.
Les aseguro que no pasará esta generación, sin que suceda todo esto.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
En cuanto a ese día y a la hora, nadie los conoce, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, nadie sino el Padre.



Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

San Efrén (c. 306-373), diácono en Siria, doctor de la Iglesia
Comentario sobre el evangelio, o Diatessaron 18,15; SC 121 (Cf breviario, jueves, I semana de Adviento)

"A la hora que menos penséis vendrá el Hijo del hombre."

    Para evitar cualquier pregunta indiscreta sobre el momento de su venida, Jesús declara: "En cuanto al día y la hora, nadie sabe nada, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre." (Mt 24,36) y en otro lugar: "No os toca vosotros conocer los tiempo o momentos que el Padre ha fijado con su poder." (Hch 1,7) Nos lo ha escondido para que estemos en vela y que cada uno de nosotros pueda pensar que esta acontecimiento se realizará durante su vida. Si nos hubiera revelado el momento de su venida,  su vuelta sería en vano: las naciones y los pueblos en los que se verificará, no lo desearían. El ha dicho que volvería, pero no ha precisado el momento. Así, todos los pueblos y generaciones y todos los siglos tienen sed de él.


    Es cierto que ha dado a conocer los signos de su venida, pero no se ve su término. En el constante cambio en que vivimos, estos signos ya han tenido lugar y al mismo tiempo perduran. Su última venida es, efectivamente, parecida a la primera. Los justos y los profetas deseaban la primera venida; pensaban verlo en sus días. Así mismo, hoy cada uno de los fieles en Cristo desea acogerlo en su propio tiempo, tanto más que Jesús no ha dicho claramente el día de su aparición. Así, nadie puede creer que Jesús está sometido a la ley del tiempo, a una hora concreta, él que domina los números y los tiempos.







domingo, 8 de noviembre de 2015

Evangelio del Día


domingo 08 Noviembre 2015

Trigésimo segundo Domingo del tiempo ordinario

Beato Juan Duns Scoto

Leer el comentario del Evangelio por
Tomás de Celano : Darlo todo porque Cristo lo ha dado todo

1 Reyes 17,10-16.

El partió y se fue a Sarepta. Al llegar a la entrada de la ciudad, vio a una viuda que estaba juntando leña. La llamó y le dijo: "Por favor, tráeme en un jarro un poco de agua para beber".
Mientras ella lo iba a buscar, la llamó y le dijo: "Tráeme también en la mano un pedazo de pan".
Pero ella respondió: "¡Por la vida del Señor, tu Dios! No tengo pan cocido, sino sólo un puñado de harina en el tarro y un poco de aceite en el frasco. Apenas recoja un manojo de leña, entraré a preparar un pan para mí y para mi hijo; lo comeremos, y luego moriremos".
Elías le dijo: "No temas. Ve a hacer lo que has dicho, pero antes prepárame con eso una pequeña galleta y tráemela; para ti y para tu hijo lo harás después.
Porque así habla el Señor, el Dios de Israel: El tarro de harina no se agotará ni el frasco de aceite se vaciará, hasta el día en que el Señor haga llover sobre la superficie del suelo".
Ella se fue e hizo lo que le había dicho Elías, y comieron ella, él y su hijo, durante un tiempo.
El tarro de harina no se agotó ni se vació el frasco de aceite, conforme a la palabra que había pronunciado el Señor por medio de Elías.


Hebreos 9,24-28.

Cristo, en efecto, no entró en un Santuario erigido por manos humanas -simple figura del auténtico Santuario- sino en el cielo, para presentarse delante de Dios en favor nuestro.
Y no entró para ofrecerse así mismo muchas veces, como lo hace el Sumo Sacerdote que penetra cada año en el Santuario con una sangre que no es la suya.
Porque en ese caso, hubiera tenido que padecer muchas veces desde la creación del mundo. En cambio, ahora él se ha manifestado una sola vez, en la consumación de los tiempos, para abolir el pecado por medio de su Sacrificio.
Y así como el destino de los hombres es morir una sola vez, después de lo cual viene el Juicio,
así también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados de la multitud, aparecerá por segunda vez, ya no en relación con el pecado, sino para salvar a los que lo esperan.


Marcos 12,38-44.

Y él les enseñaba: "Cuídense de los escribas, a quienes les gusta pasearse con largas vestiduras, ser saludados en las plazas
y ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los banquetes;
que devoran los bienes de las viudas y fingen hacer largas oraciones. Estos serán juzgados con más severidad".
Jesús se sentó frente a la sala del tesoro del Templo y miraba cómo la gente depositaba su limosna. Muchos ricos daban en abundancia.
Llegó una viuda de condición humilde y colocó dos pequeñas monedas de cobre.
Entonces él llamó a sus discípulos y les dijo: "Les aseguro que esta pobre viuda ha puesto más que cualquiera de los otros,
porque todos han dado de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir".



Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

Tomás de Celano (c. 1190-c. 1260), biógrafo de San Francisco y de Santa Clara
«Vita prima» de San Francisco, § 76

Darlo todo porque Cristo lo ha dado todo

    Francisco, pobre y padre de los pobres, quería vivir totalmente como un pobre; sufría si encontraba a alguien más pobre que él, y no por vanidad, sino a causa de la tierna compasión que le producían. No quería para él otro vestido que una túnica áspera y corriente, y a menudo ocurría que la compartía con algún menesteroso. Pero él era un pobre muy rico, porque movido por su gran caridad, a socorrer a los pobres como podía, en los tiempos de mayores fríos se iba a las casas de los ricos de este mundo y les pedía le prestaran una capa o un abrigo. Y esos se los llevaban más rápidamente aun que el tiempo que Francisco había usado para pedirlos. «Los acepto, decía entonces Francisco, con la condición de que no esperéis volverlos a ver». Al primer pobre que encontraba, Francisco, con el corazón festivo, le ofrecía lo que acababa de recibir.


    Nada le causaba más pena que ver insultar a un pobre o maldecir a cualquier criatura. Un día, un hermano dejó escapar palabras hirientes contra un pobre que pedía limosna: «¿Acaso no será, le había dicho, que tú, pareciendo pobre eres rico?» Estas palabras le sentaron muy mal a Francisco, el padre de los pobres, y dio una terrible reprimenda al delincuente, después, en presencia del pobre, le ordenó despojarse de sus vestidos, besarle a éste los pies y pedirle perdón. «El que habla mal a un pobre, decía, injuria a Cristo, de quien el pobre es un noble símbolo, puesto que Cristo, por nosotros, en este mundo se hizo pobre» (2Co 8,9).







domingo, 1 de noviembre de 2015

¡Hermosa fiesta de Todos los Santos!

EL EVANGELIO DEL DÍA

¡ Un servicio de evangelización de dimensión universal ! 

http://www.evangeliodeldia.org

"Señor, ¿a quién iremos ? Tú tienes palabras de Vida eterna".  Jn 6,68


Queridos amigos, 

Queridos suscriptores del Evangelio del Día:

 

¡Todo el equipo del Evangelio del Día les desea muy hermosa fiesta de Todos los Santos!

 

La liturgia del 1º de noviembre nos invita a compartir la alegría celeste de la inmensa multitud de santos que,  con los ojos de la fe, vemos resplandecer en el firmamento de Dios. Esos santos, astros gloriosos, están todos unidos por la voluntad de encarnar el Evangelio durante la existencia terrestre, animados con el Espíritu Santo. Honorar los santos es mirar su ejemplo y reanimar en nosotros el deseo de ser semejantes a ellos, felices de vivir cerca de Dios. Es esa nuestra vocación.

 

Para ser santos no es necesario realizar  hazañas fuera de lo común, ni tener dones excepcionales. Es necesario antes que nada escuchar a Jesús y seguirlo sin desanimarse frente a las dificultades. El que ama a Jesús con un amor sincero, acepta morir a sí mismo, como el grano de trigo que cae en tierra para dar nacimiento a un a nueva espiga. Quien quiere guardar su vida para sí mismo la pierde. Y el que se da, se pierde, encuentra así la vida (Jn 12,24-25). Toda forma de santidad pasa siempre por el camino de la cruz, el camino de la renuncia a sí mismo.

 

La experiencia de los santos es para nosotros un aliento a seguir los mismos pasos, a sentir la alegría del que tiene confianza en Dios. Ya que la única causa de tristeza en la tierra, es vivir lejos de Dios.

 

La santidad exige un esfuerzo constante, pero está al alcance de todos. Porque más que obra del hombre, es don de Dios.

¡Que la muy santa Virgen María haga de todos nosotros  discípulos fieles de su Hijo Jesucristo!

 

(De la homilía de Benedicto XVI del 1º de noviembre 2006)

 

 

El equipo hispano parlante del Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org un servicio de evangelizo.org.

Marco, Martín y Asunción, Roberto, Hermana Cristina, Hermana Marián y Blandine.

 


INFORMACIONES

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Evangelio del Día


domingo 01 Noviembre 2015



Santos no ejemplares

Leer el comentario del Evangelio por
Santa Catalina de Siena : «Creo en la comunión de los santos» (Credo)

Apoc. 7,2-4.9-14.

Yo, Juan, vi a otro Angel que subía del Oriente, llevando el sello del Dios vivo. Y comenzó a gritar con voz potente a los cuatro Angeles que habían recibido el poder de dañar a la tierra y al mar:
"No dañen a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que marquemos con el sello la frente de los servidores de nuestro Dios".
Oí entonces el número de los que habían sido marcados: eran 144. 000 pertenecientes a todas las tribus de Israel.
Después de esto, vi una enorme muchedumbre, imposible de contar, formada por gente de todas las naciones, familias, pueblos y lenguas. Estaban de pie ante el trono y delante del Cordero, vestidos con túnicas blancas; llevaban palmas en la mano y exclamaban con voz potente:
"¡La salvación viene de nuestro Dios que está sentado en el trono, y del Cordero!".
Y todos los Angeles que estaban alrededor del trono, de los Ancianos y de los cuatro Seres Vivientes, se postraron con el rostro en tierra delante del trono, y adoraron a Dios,
diciendo: "¡Amén! ¡Alabanza, gloria y sabiduría, acción de gracias, honor, poder y fuerza a nuestro Dios para siempre! ¡Amén!
Y uno de los Ancianos me preguntó: "¿Quiénes son y de dónde vienen los que están revestidos de túnicas blancas?".
Yo le respondí: "Tú lo sabes, señor". Y él me dijo: "Estos son los que vienen de la gran tribulación; ellos han lavado sus vestiduras y las han blanqueado en la sangre del Cordero".


Epístola I de San Juan 3,1-3.

Queridos hermanos:
¡Miren cómo nos amó el Padre!
Quiso que nos llamáramos hijos de Dios,
y nosotros lo somos realmente.
Si el mundo no nos reconoce,
es porque no lo ha reconocido a Él.
Queridos míos,
desde ahora somos hijos de Dios,
y lo que seremos no se ha manifestado todavía.
Sabemos que cuando se manifieste,
seremos semejantes a Él,
porque lo veremos tal cual es.
El que tiene esta esperanza en Él,
se purifica, así como Él es puro.


Mateo 5,1-12a.

Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él.
Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:
"Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.
Felices los afligidos, porque serán consolados.
Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.
Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios.
Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí.
Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron."



Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

Santa Catalina de Siena (1347-1380), terciaria dominica, doctora de la Iglesia, copatrona de Europa
El Diálogo, c. 41

«Creo en la comunión de los santos» (Credo)

Dios ha dicho a santa Catalina: El alma justa que acaba su vida en caridad y ligada con el amor, no puede crecer en las virtudes, porque pasó el tiempo; pero puede amar con aquel amor con que viene a Mí, y con esta medida será medida. Así es que siempre me desea y cada vez más, pero no queda frustrado su deseo, sino que, teniendo hambre, se sacia, y saciándose tiene hambre; pero el hastío está muy lejos de esta hartura y la congoja del hambre. En el amor gozan mi eterna visión, participando aquel bien que Yo tengo en Mí mismo, y doy a cada cual según su medida de amor con que vinieron a Mí, porque vivieron en mi caridad común y la particular, que dimana de una misma.


Ellos se gozan y alegran, participando del bien los unos de los otros con el afecto de la caridad, además del bien universal con que todos se huelgan. También se regocijan y alegran con los ángeles, entre quienes fueron colocados según las diversas y varias virtudes que tuvieron en el mundo, estando todos unidos con el vínculo de la caridad. Tienen singular participación con aquellos a quienes amaban en el mundo con singular cariño, por cuyo amor crecían en gracia, creciendo en virtud, y uno daba motivo al otro de manifestar la gloria y alabanza de mi nombre en ellos y en el prójimo. Por dicha suya, en la vida eterna, no pierden, antes bien, conservan dicho amor, participando estrechamente con mayor abundancia un amor del otro, añadiéndoseles esto al bien universal.







domingo, 25 de octubre de 2015

Evangelio del Día


domingo 25 Octubre 2015

Trigésimo Domingo del tiempo ordinario

Santos Crispin y Crispiniano, San Mauro de Pécs

Leer el comentario del Evangelio por
San Gregorio de Nisa : « Y al momento recobró la vista y seguía a Jesús por el camino»

Jeremías 31,7-9.

Porque así habla el Señor: ¡Griten jubilosos por Jacob, aclamen a la primera de las naciones! Háganse oír, alaben y digan: "¡El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel!".
Yo los hago venir del país del Norte y los reúno desde los extremos de la tierra; hay entre ellos ciegos y lisiados, mujeres embarazadas y parturientas: ¡es una gran asamblea la que vuelve aquí!
Habían partido llorando, pero yo los traigo llenos de consuelo; los conduciré a los torrentes de agua por un camino llano, donde ellos no tropezarán. Porque yo soy un padre para Israel y Efraím es mi primogénito.


Hebreos 5,1-6.

Hermanos:
Todo Sumo Sacerdote es tomado de entre los hombres y puesto para intervenir en favor de los hombres en todo aquello que se refiere al servicio de Dios, a fin de ofrecer dones y sacrificios por los pecados.
El puede mostrarse indulgente con los que pecan por ignorancia y con los descarriados, porque él mismo está sujeto a la debilidad humana.
Por eso debe ofrecer sacrificios, no solamente por los pecados del pueblo, sino también por los propios pecados.
Y nadie se arroga esta dignidad, si no es llamado por Dios como lo fue Aarón.
Por eso, Cristo no se atribuyó a sí mismo la gloria de ser Sumo Sacerdote, sino que la recibió de aquel que le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy.
Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.


Marcos 10,46-52.

Después llegaron a Jericó. Cuando Jesús salía de allí, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud, el hijo de Timeo -Bartimeo, un mendigo ciego- estaba sentado junto al camino.
Al enterarse de que pasaba Jesús, el Nazareno, se puso a gritar: "¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí!".
Muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: "¡Hijo de David, ten piedad de mí!".
Jesús se detuvo y dijo: "Llámenlo". Entonces llamaron al ciego y le dijeron: "¡Animo, levántate! El te llama".
Y el ciego, arrojando su manto, se puso de pie de un salto y fue hacia él.
Jesús le preguntó: "¿Qué quieres que haga por ti?". El le respondió: "Maestro, que yo pueda ver".
Jesús le dijo: "Vete, tu fe te ha salvado". En seguida comenzó a ver y lo siguió por el camino.



Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

San Gregorio de Nisa (c. 335-395), monje, obispo
La vida de Moisés, II, 231-233, 251-253

« Y al momento recobró la vista y seguía a Jesús por el camino»

    [Sobre el monte Sinaí, Moisés dijo al Señor: «Déjame ver, por favor, tu gloria.» Y Dios le contestó: «Yo haré pasar ante tu vista toda mi belleza... pero no puedes ver mi rostro.» (Ex 33,18s).] Experimentar este deseo me parece propio de un alma animada por un amor grande hacia la belleza esencial, un alma en la que la esperanza no cesa de dirigir desde la belleza que ha visto hasta la que está más allá... Este petición audaz, que sobrepasa los límites del deseo, no es la de gozar de la Belleza a través de espejos o de unos reflejos, sino cara a cara. La voz divina concede lo que se pide por el mismo hecho de que el alma rechaza otros medios...: la munificencia de Dios le concede el cumplimento de su deseo; pero, al mismo tiempo no le promete el descanso ni la saciedad... En esto consiste la verdadera visión de Dios: en el hecho de que el que levanta hacia él los ojos, no deja jamás de desearle. Por eso él dice: «No podrás ver mi rostro»...


El Señor que así había respondido a Moisés, se expresa de la misma manera a sus discípulos, iluminando así el sentido de este símbolo. Dice: «El que quiera seguirme» (Lc 9,23) y no: «Si alguno me quiere preceder».  Al que le dirige un ruego relacionado con la vida eterna, le propone lo mismo: «Ven y sígueme» (Lc 18,22). Ahora bien, el que sigue se dirge hacia la espalda del que le conduce. Así pues, la enseñanza que recibe Moisés sobre la manera según la cual es posible ver a Dios, es ésta: seguir a Dios donde Él conduce, esto es ver a Dios...


    En efecto, al que ignora el camino por donde viajar con seguridad, no le es posible llevarlo a buen término si no sigue al guía. El guía le enseña el camino pasándole delante; el que le sigue no se alejará del buen camino si siempre fija su mirada en la espalda del que lo conduce. En efecto, si se deja ir por algún lado o bien si se pone frente a su guía, seguirá otro camino que no es el que le enseña el guía. Por eso Dios dice al que conduce: «No verás mi rostro», es decir: «No te pongas frente a tu guía». Porque entonces correrás en sentido contrario a él... Ahora ves cuán importante es aprender a seguir a Dios. Para el que así le sigue ya ninguna contradicción del mal se opone más a su camino.







domingo, 18 de octubre de 2015

Evangelio del Día


domingo 18 Octubre 2015

Vigésimo noveno Domingo del tiempo ordinario

San Lucas, evangelista

Leer el comentario del Evangelio por
Santo Tomás de Aquino : «El que quiera ser grande, sea vuestro servidor»

Isaías 53,10-11.

El Señor quiso aplastarlo con el sufrimiento. Si ofrece su vida en sacrificio de reparación, verá su descendencia, prolongará sus días, y la voluntad del Señor se cumplirá por medio de él.
A causa de tantas fatigas, él verá la luz y, al saberlo, quedará saciado. Mi Servidor justo justificará a muchos y cargará sobre sí las faltas de ellos.


Hebreos 4,14-16.

Y ya que tenemos en Jesús, el Hijo de Dios, un Sumo Sacerdote insigne que penetró en el cielo, permanezcamos firmes en la confesión de nuestra fe.
Porque no tenemos un Sumo Sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades; al contrario él fue sometido a las mismas pruebas que nosotros, a excepción del pecado.
Vayamos, entonces, confiadamente al trono de la gracia, a fin de obtener misericordia y alcanzar la gracia de un auxilio oportuno.


Marcos 10,35-45.

Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: "Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir".
El les respondió: "¿Qué quieren que haga por ustedes?".
Ellos le dijeron: "Concédenos sentarnos uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria".
Jesús les dijo: "No saben lo que piden. ¿Pueden beber el cáliz que yo beberé y recibir el bautismo que yo recibiré?".
"Podemos", le respondieron. Entonces Jesús agregó: "Ustedes beberán el cáliz que yo beberé y recibirán el mismo bautismo que yo.
En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes han sido destinados".
Los otros diez, que habían oído a Santiago y a Juan, se indignaron contra ellos.
Jesús los llamó y les dijo: "Ustedes saben que aquellos a quienes se considera gobernantes, dominan a las naciones como si fueran sus dueños, y los poderosos les hacen sentir su autoridad.
Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes;
y el que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos.
Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud".



Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

Santo Tomás de Aquino (1225-1274), dominico, teólogo, doctor de la Iglesia
Conferencia sobre el Credo, 6

«El que quiera ser grande, sea vuestro servidor»

    ¿Qué necesidad había para que el Hijo de Dios padeciera por nosotros? Una gran necesidad que se puede resumir en dos puntos: necesidad de remedio por lo que se refiere a nuestros pecados, necesidad de ejemplo para nuestra conducta... Porque la Pasión de Cristo nos proporciona un modelo válido para nuestra vida... Si buscas un ejemplo de caridad: «Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos» (Jn 15,13)... Si buscas la paciencia, es sobre la cruz donde se encuentra en grado máximo... Cristo sufrió grandes males en la cruz, y pacientemente, puesto que «cuando lo insultaban, no devolvía el insulto» (1P 2,23), «como un cordero llevado al matadero, no abría la boca» (Is 53,7)... «Corramos en la carrera que nos toca, sin retirarnos, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe, Jesús, que renunciando al gozo inmediato, soportó la cruz» (Hb 12,1-2).


    Si buscas un ejemplo de humildad, mira al crucificado. Porque un Dios ha querido ser juzgado bajo Poncio Pilato y morir... Si buscas un ejemplo de obediencia, no tienes que hacer más que seguir al que se hizo obediente al Padre «hasta la muerte» (Flp 2,8). «Si por la desobediencia de uno todos se convirtieron en pecadores, así por la obediencia de uno todos se convertirán en justos» (Rm 5,19). Si buscas un ejemplo de menosprecio de los bienes de la tierra no debes hacer otra cosa que seguir al que es «Rey de reyes y Señor de los señores», «en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento» (1Tm 6,15; Col 2,3); sobre la cruz estuvo desnudo, convertido en la mofa de todos, cubierto de salivazos, golpeado, coronado de espinas, y finalmente, apagando su sed con hiel y vinagre.







domingo, 11 de octubre de 2015

Evangelio del Día


domingo 11 Octubre 2015

Vigésimo octavo Domingo del tiempo ordinario

San Juan XXIII

Leer el comentario del Evangelio por
San Clemente de Alejandría : "Una sola cosa te falta"

Sabiduría 7,7-11.

Por eso oré, y me fue dada la prudencia, supliqué, y descendió sobre mí el espíritu de la Sabiduría.
La preferí a los cetros y a los tronos, y tuve por nada las riquezas en comparación con ella.
No la igualé a la piedra más preciosa, porque todo el oro, comparado con ella, es un poco de arena; y la plata, a su lado, será considerada como barro.
La amé más que a la salud y a la hermosura, y la quise más que a la luz del día, porque su resplandor no tiene ocaso.
Junto con ella me vinieron todos los bienes, y ella tenía en sus manos una riqueza incalculable.


Hebreos 4,12-13.

Hermanos:
La Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de doble filo: ella penetra hasta la raíz del alma y del espíritu, de las articulaciones y de la médula, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Ninguna cosa creada escapa a su vista, sino que todo está desnudo y descubierto a los ojos de aquel a quien debemos rendir cuentas.


Marcos 10,17-30.

Cuando Jesús se puso en camino, un hombre corrió hacia él y, arrodillándose, le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la Vida eterna?".
Jesús le dijo: "¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno.
Tú conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no perjudicarás a nadie, honra a tu padre y a tu madre".
El hombre le respondió: "Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud".
Jesús lo miró con amor y le dijo: "Sólo te falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme".
El, al oír estas palabras, se entristeció y se fue apenado, porque poseía muchos bienes.
Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: "¡Qué difícil será para los ricos entrar en el Reino de Dios!".
Los discípulos se sorprendieron por estas palabras, pero Jesús continuó diciendo: "Hijos míos, ¡Qué difícil es entrar en el Reino de Dios!.
Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios".
Los discípulos se asombraron aún más y se preguntaban unos a otros: "Entonces, ¿quién podrá salvarse?".
Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: "Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para él todo es posible".
Pedro le dijo: "Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido".
Jesús respondió: "Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos y hermanas, madre y padre, hijos o campos por mí y por la Buena Noticia,
desde ahora, en este mundo, recibirá el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres, hijos y, campos, en medio de las persecuciones; y en el mundo futuro recibirá la Vida eterna.



Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

San Clemente de Alejandría (150-c. 215), teólogo
Homilía titulada "¿Cuál rico se salvará?"

"Una sola cosa te falta"

Hay una riqueza que es la muerte para todo aquello que ella domina: liberaros de ella y vosotros seréis salvados. Purificad vuestra alma, rendidla para poder entender la llamada del Señor que os repite: "¡Ven y sígueme!" Es la voz que hace caminar tras ella a quien tiene el corazón puro: la gracia de Dios resbala en un alma repleta y desgarrada por una multitud de posesiones.


Los que miran su fortuna, su oro su plata, sus casas, como dones de Dios, estos por testimoniar a Dios su reconocimiento ayudaran a los pobres con sus bienes. El sabe que lo que posee pertenece mas a sus hermanos que a él mismo; el dueño de su riqueza lo convertirán en esclavo. El no las encierra en su alma, porque no encierra su vida en ellas, pero el persigue sin cansarse una obra toda divina. Y si un día su fortuna se pierde, el acepta su ruina con un corazón libre. A este hombre, Dios lo declara bienaventurado, lo llama "pobre en el espíritu" heredero seguro del Reino de los Cielos (Mt,53)...


Hay, por el contrario, quien acumula su riqueza en su corazón, en la morada del Santo Espíritu. La guarda en sus tierras; el acumula sin fin su fortuna, y no se inquieta mas que por amontonar mas todos los días; no eleva jamás los ojos al cielo; se embota en lo temporal, puesto que el viene del polvo y retornará al polvo (Gn3,19) ¿Cómo puede el probar el deseo del Reino, el que, en la morada del corazón, lleva un campo o una mina, a el que la muerte le sorprenderá fatalmente en medio de sus pasiones? " Porque donde está tu tesoro, allí también está tu corazón" (Mt 6,21)







domingo, 4 de octubre de 2015

Evangelio del Día


domingo 04 Octubre 2015

Vigésimo séptimo Domingo del tiempo ordinario

San Francisco de Asís

Leer el comentario del Evangelio por
San Juan Pablo II : "Ellos ya no son dos; no son mas que uno"

Génesis 2,18-24.

Después dijo el Señor Dios: "No conviene que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada".
Entonces el Señor Dios modeló con arcilla del suelo a todos los animales del campo y a todos los pájaros del cielo, y los presentó al hombre para ver qué nombre les pondría. Porque cada ser viviente debía tener el nombre que le pusiera el hombre.
El hombre puso un nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a todos los animales del campo; pero entre ellos no encontró la ayuda adecuada.
Entonces el Señor Dios hizo caer sobre el hombre un profundo sueño, y cuando este se durmió, tomó una de sus costillas y cerró con carne el lugar vacío.
Luego, con la costilla que había sacado del hombre, el Señor Dios formó una mujer y se la presentó al hombre.
El hombre exclamó: "¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Se llamará Mujer, porque ha sido sacada del hombre".
Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser una sola carne.


Hebreos 2,9-11.

Pero a aquel que fue puesto por poco tiempo debajo de los ángeles, a Jesús, ahora lo vemos coronado de gloria y esplendor, a causa de la muerte que padeció. Así, por la gracia de Dios, él experimentó la muerte en favor de todos.
Convenía, en efecto, que aquel por quien y para quien existen todas las cosas, a fin de llevar a la gloria a un gran número de hijos, perfeccionara, por medio del sufrimiento, al jefe que los conduciría a la salvación.
Porque el que santifica y los que son santificados, tienen todos un mismo origen. Por eso, él no se avergüenza de llamarlos hermanos,


Marcos 10,2-16.

Se acercaron algunos fariseos y, para ponerlo a prueba, le plantearon esta cuestión: "¿Es lícito al hombre divorciarse de su mujer?".
El les respondió: "¿Qué es lo que Moisés les ha ordenado?".
Ellos dijeron: "Moisés permitió redactar una declaración de divorcio y separarse de ella".
Entonces Jesús les respondió: "Si Moisés les dio esta prescripción fue debido a la dureza del corazón de ustedes.
Pero desde el principio de la creación, Dios los hizo varón y mujer.
Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre,
y los dos no serán sino una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne.
Que el hombre no separe lo que Dios ha unido".
Cuando regresaron a la casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre esto.
El les dijo: "El que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra aquella;
y si una mujer se divorcia de su marido y se casa con otro, también comete adulterio".
Le trajeron entonces a unos niños para que los tocara, pero los discípulos los reprendieron.
Al ver esto, Jesús se enojó y les dijo: "Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos.
Les aseguro que el que no recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en él".
Después los abrazó y los bendijo, imponiéndoles las manos.



Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

San Juan Pablo II (1920-2005), papa
Homilia del 12 de Octubre de 1980

"Ellos ya no son dos; no son mas que uno"

"Lo que Dios ha unido, el hombre no lo debe separar" Esta expresión "contiene la grandeza esencial del matrimonio y al mismo tiempo la intensidad moral de la familia" Nos deseamos hoy esa magnitud y esa dignidad para los todos los esposos del mundo; deseamos esa intensidad sacramental e integridad moral para todas las familias. ¡Y lo pedimos para el bien del hombre!. Por el bien de cada hombre. El hombre debería llegar a la vida sólo a través de la familia. Y la familia debe ubicarse en las bases mismas de todo esfuerzo a fin de que nuestro mundo humano sea para siempre mas humano. La persona no puede escapar a estas solicitudes: ninguna sociedad, ningun pueblo, ningun sistema; ni el Estado, ni la Iglesia, ni el mismo individuo.


El amor, que une a un hombre con una mujer como esposos, es al mismo tiempo don y mandato....el amor es don: "el amor procede de Dios y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios" (1Jn 4,7)Y al mismo tiempo el amor es un mandamiento, el mas grande amor..."Amarás" (Mt. 22,37-39). Obedecer al mandamiento del amor nos llevará a realizar todas las obligaciones de la familia cristiana. A fin de cuentas, todas se reducen a estas: la fidelidad y la honestidad conyugal, la paternidad responsable y la educación. La "pequeña iglesia"-la Iglesia doméstica-indica que la familia vive en el espíritu del mandamiento del amor: su verdad interior, su esfuerzo cotidiano, su belleza espiritual y su fuerza...Si Dios es el amor El es accesible. Si nosotros destruimos esta estructura inseparable, donde habla el mandamiento de Cristo, entonces el amor del hombre se separará de sus raíces más profundas, perderá sus raíces de plenitud y de verdad, que son esenciales. Imploramos en favor de todas las familias cristianas, de todas las familias del mundo, para que les sea concedido esta plenitud y verdad en el amor, esa que evoca el mandamiento de Cristo.