En aquellos días: Queridos hermanos: En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "El Espíritu sopla donde quiere", dice Jesús en su conversación con Nicodemo (Jn 3,8). No podemos trazar pues, sobre el plan doctrinal y práctico, normas que conciernen exclusivamente a las intervenciones del Espíritu Santo en la vida de los hombres. Puede manifestarse bajo las formas más libres y más imprevistas: "jugaba con la bola de la tierra" (cf Pr 8,31)… Pero para los que quieren captar las ondas sobrenaturales del Espíritu Santo, hay una regla, una exigencia que se impone de modo ordinario: la vida interior. Dentro del alma es donde se encuentra con este huésped indecible: "dulce huésped del alma", dice el maravilloso himno litúrgico de Pentecostés. El hombre se hace "templo del Espíritu Santo", nos repite san Pablo (1Co 3,16; 6,19). |
domingo, 25 de mayo de 2014
Evangelio del Día
domingo, 18 de mayo de 2014
Evangelio del Día
En aquellos días, como el número de discípulos aumentaba, los helenistas comenzaron a murmurar contra los hebreos porque se desatendía a sus viudas en la distribución diaria de los alimentos. Queridos hermanos: Jesús dijo a sus discípulos: La Iglesia comparte la inquietud de tantos hombres contemporáneos. Por otra parte, debemos preocuparnos también por el ocaso de tantos valores fundamentales que constituyen un bien indiscutible no sólo de la moral cristiana, sino simplemente de la moral humana, de la cultura moral… |
domingo, 11 de mayo de 2014
Evangelio del Día
El día de Pentecostés, Pedro poniéndose de pie con los Once, levantó la voz y dijo: "Hombres de Judea y todos los que habitan en Jerusalén, presten atención, porque voy a explicarles lo que ha sucedido. Queridos hermanos: Jesús dijo a los fariseos: "Les aseguro que el que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, sino por otro lado, es un ladrón y un asaltante. Dice, en efecto: He aquí que yo mismo buscaré mis ovejas, las cuidaré, como cuida el pastor su rebaño. Los malos pastores no se preocuparon; no las rescataron con su sangre… Mis ovejas escuchan mi voz y me siguen. En medio de las ovejas dispersas buscaré a las mías, las sacaré de todo lugar en que estuvieren descarriadas en el día de las nubes y de la tormenta. Cuando es difícil encontrarlas, entonces yo las encontraré… Las sacaré de entre los pueblos, las recogeré de las regiones, las conduciré a su tierra y las apacentaré en los montes de Israel. |
domingo, 4 de mayo de 2014
Evangelio del Día
El día de Pentecostés, Pedro poniéndose de pie con los Once, levantó la voz y dijo: "Hombres de Judea y todos los que habitan en Jerusalén, presten atención, porque voy a explicarles lo que ha sucedido. Queridos hermanos: El primer día de la semana, dos de los discípulos iban a un pequeño pueblo llamado Emaús, situado a unos diez kilómetros de Jerusalén. Los dos discípulos de Emaús, tras haber reconocido al Señor, «se levantaron al momento» para ir a comunicar lo que habían visto y oído. Cuando se ha tenido verdadera experiencia del Resucitado, alimentándose de su cuerpo y de su sangre, no se puede guardar la alegría sólo para uno mismo. El encuentro con Cristo, profundizado continuamente en la intimidad eucarística, suscita en la Iglesia y en cada cristiano la exigencia de evangelizar y dar testimonio. Lo subrayé precisamente… refiriéndome a las palabras de Pablo: «Cada vez que coméis de este pan y bebéis de la copa, proclamaréis la muerte del Señor, hasta que vuelva» (1Co 11,26). El Apóstol relaciona íntimamente el banquete y el anuncio: entrar en comunión con Cristo en el memorial de la Pascua significa experimentar al mismo tiempo el deber de ser misioneros del acontecimiento actualizado en el rito. La despedida al finalizar la Misa es como una consigna que impulsa al cristiano a comprometerse en la propagación del Evangelio y en la animación cristiana de la sociedad. |
