domingo, 26 de mayo de 2013

Evangelio del Día

domingo 26 Mayo 2013
Solemnidad de la Santísima Trinidad

San Felipe Neri



Leer el comentario del Evangelio por
Simeón el Nuevo Teólogo : "Todo lo que pertenece a mi Padre es mío"

Lecturas

Proverbios 8,22-31.


Yavé me creó —fue el inicio de su obra— antes de todas las criaturas, desde siempre.
Fui formada antes de los siglos, desde el comienzo, antes que la tierra.
No existían los océanos cuando salí del seno, ni existían las fuentes de los mares.
Antes de que fueran cimentadas las montañas, antes que las colinas, yo nací.
Yavé no había hecho todavía la tierra ni el campo, ni el suelo fértil de la tierra.
Yo ya estaba cuando puso los cielos en su lugar, cuando trazó un círculo en los confines del mundo,
cuando formó las nubes en las alturas, y dio la energía a las fuentes del océano,
cuando le impuso sus fronteras al mar, un límite que no franquearían sus olas, cuando asentó los cimientos de la tierra.
Yo estaba a su lado poniendo la armonía, y día tras día en eso me divertía, y continuamente jugaba en su presencia.
Me entretengo con este mundo, con la tierra que ha hecho, y mi gusto es estar con los hijos de Adán.


San Pablo a los Romanos 5,1-5.


Por la fe, pues, hemos sido "hechos justos" y estamos en paz con Dios por medio de Jesucristo, nuestro Señor.
Por él hemos tenido acceso a este estado de gracia e incluso hacemos alarde de esperar la misma Gloria de Dios.
Incluso no nos acobardamos en las tribulaciones, sabiendo que la prueba ejercita la paciencia,
que la paciencia nos hace madurar y que la madurez aviva la esperanza,
la cual no quedará frustrada, pues ya se nos ha dado el Espíritu Santo, y por él el amor de Dios se va derramando en nuestros corazones.


Juan 16,12-15.


Aún tengo muchas cosas que decirles, pero es demasiado para ustedes por ahora.
Y cuando venga él, el Espíritu de la Verdad, los guiará en todos los caminos de la verdad. El no viene con un mensaje propio, sino que les dirá lo que escuchó y les anunciará lo que ha de venir.
El tomará de lo mío para revelárselo a ustedes, y yo seré glorificado por él.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso les he dicho que tomará de lo mío para revelárselo a ustedes.»


Extraído de la Biblia Latinoamericana.



Leer el comentario del Evangelio por

Simeón el Nuevo Teólogo (c 949-1022), monje griego
Himno 21; SC 174

"Todo lo que pertenece a mi Padre es mío"

Tú brillaste, te manifestaste como una luz de gloriala luz inalcanzable de
tu esencia, Salvador,y tú iluminaste un alma hundida en las
tinieblas...Iluminados por la luz del Espíritu,los hombres miran al Hijo,
ven al Padrey adoran a la Trinidad de Personas, al Dios único...Porque el
Señor (Cristo) y el Espíritu (2Corintios 3,17),el Espíritu también es Dios,
el Padre del Señor,seguro que es un solo Espíritu, porque no está
dividido.Aquel que lo posee, posee realmente los trespero sin duda...Porque
el Padre existe ¿y cómo será el hijo?Ya que él fue unigénito por
esencia.Ahí está el hijo ¿y cómo se volverá Espíritu?El Espíritu es
Espíritu - ¿y cómo aparecerá el Padre?El Padre es Padre, porque produce
constantemente...El Hijo es Hijo porque constantemente es engendradoy fue
engendrado antes de todos los tiempos.Él surge sin ser cortado de raíz.Pero
a la vez es una parte sin ser separadoy se hace uno con el Padre que está
Vivo,y él mismo es Vida y da la vida a todos (Juan 14,6:10,28).Todo lo que
tiene el Padre, el Hijo también lo tiene.Todo lo que tiene el Hijo, el
Padre también lo tiene.Vemos que el Padre en todo se parece al Hijo,solo
que uno engendra y el otro es engendrado constantemente...¿Cómo surge el
hijo del Padre? Como la palabra sale del espíritu.¿Cómo fue separado? Como
la voz lo es de la palabra.¿Cómo tomó un cuerpo? Como la palabra que
escribimos...¿Cómo darle un nombre al Creador de todo?Nombres, acciones,
expresiones,todo vino al mundo bajo la orden de Diosporque él le dio nombre
a sus obrasy a cada realidad su apelación propia...Pero su nombre nunca lo
hemos conocidosi no que es "Dios inexplicable" como dice la Escritura
(Génesis 32,30).Entonces, si Él es inexplicable, si no tiene nombre,si es
invisible, si es misterioso,si es inaccesible, solo más allá de toda
palabra,más allá del pensamiento no solamente humanosino también aquel de
los ángeles,"Envuelto en un manto de oscuridad" (Salmos 17,12).Todo el
resto, aquí abajo pertenece a las tinieblaspero él mismo, como la luz, está
más allá de las tinieblas.




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domingo, 19 de mayo de 2013

Santa Fiesta de Pentecostés

 

EL EVANGELIO DEL DIA  
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«Señor, ¿a quién  iremos? Tu tienes palabras de Vida eterna.»  Jn 6, 68


 

Queridos  amigos, Queridos suscriptores del  Evangelio del Día:    

Hoy celebramos la fiesta de Pentecostés que conmemora la  venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles, cincuenta días después de Pascua.  El evento de Pentecostés sólo puede ser comprendido en relación con Pascua y la  Ascensión. Cristo murió por la salvación del mundo, resucitó y se reunió con el  Padre, luego envió a los hombres su Espíritu, revelando así la tercera persona  de la Trinidad. Por eso esta festividad cierra el tiempo pascual, que dura siete  semanas.

Pentecostés marca también el nacimiento de la Iglesia. Los  apóstoles habiendo recibido la fuerza del Espíritu, tuvieron el coraje de ser  testigos de la resurrección de Cristo, dar a conocer su enseñanza y bautizar.  Como los apóstoles, somos llamados a no quedarnos entre nosotros, sino a  proclamar el Evangelio con valor. Pidamos al Espíritu Santo el don de esta  fuerza, para poder dar a nuestro alrededor, testimonio de Nuestro Señor  Jesucristo, viviendo de su amor.      

Queridos suscriptores, ¡les deseamos muy santa fiesta de  Pentecostés!    

Tiene la posibilidad de invitar a sus conocidos a  suscribirse desde el sitio www.evangelizo.org o www.evangeliodeldia.org.

Es una forma concreta y al alcance de todos, de  participar en nuestra misión de evangelización.

Evangelizo busca a colaboradores para desarrollar su  servicio, en particular :    

 

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  • Un volontario de idioma Hebreo, que hable Francés o  Inglés. 
  • Un voluntario que conozca el calendario litúrgico católico en vigor  en Rusia, que hable Francés o Inglés.        

 

Para comunicarse, utilice el formulario de  contacto, en el sitio www.evangeliodeldia.org.

Gracias por su sostén, fidelidad y oración.     

El Equipo  Hispanohablante del Evangelio del Día, un servicio de  Evangelizo.org Marco, Martín y Asunción, Roberto, Hna. Cristina, Hna.  Marián, Hna. Teresa, Hna. Virtudes y Blandine.

INFORMACIONES

 

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* El Evangelio del Día existe y se desarrolla en nuevos idiomas gracias a su generosidad grande y espontánea. En este momento se prepara la versión china, hebrea, coreana, estonia y rusa. Puede ayudarnos directamente en línea desde el sitio, en euros o dólares. Gracias. 

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Evangelio del Día

domingo 19 Mayo 2013
Solemnidad de Pentecostés

SECUENCIA
San Ivo



Leer el comentario del Evangelio por
Juan Taulero : "Se llenaron todos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar maravillas de Dios" (Hch. 2,4.11)

Lecturas

Hechos 2,1-11.


Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar.
De repente vino del cielo un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa donde estaban,
y aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y fueron posándose sobre cada uno de ellos.
Todos quedaron llenos del Es píritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía que se expresaran.
Estaban de paso en Jerusalén judíos piadosos, llegados de todas las naciones que hay bajo el cielo.
Y entre el gentío que acudió al oír aquel ruido, cada uno los oía hablar en su propia lengua. Todos quedaron muy desconcertados
y se decían, llenos de estupor y admiración: «Pero éstos ¿no son todos galileos? ¡Y miren cómo hablan!
Cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua nativa.
Entre nosotros hay partos, medos y elamitas, habitantes de Mesopotamia, Judea, Capadocia, del Ponto y Asia,
de Frigia, Panfilia, Egipto y de la parte de Libia que limita con Cirene. Hay forasteros que vienen de Roma, unos judíos y otros extranjeros, que aceptaron sus creencias,
cretenses y árabes. Y todos les oímos hablar en nuestras propias lenguas las maravillas de Dios.»


San Pablo a los Romanos 8,8-17.


Por eso los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
Ustedes ya no están en la carne, sino que viven en el espíritu, pues el Espíritu de Dios habita en ustedes. Si alguno no tuviera el Espíritu de Cristo, éste no le pertenecería.
Pero Cristo está en ustedes, y aunque el cuerpo lleve en sí la muerte a consecuencia del pecado, el espíritu es vida por haber sido santificado.
Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a Cristo de entre los muertos está en ustedes, el mismo que resucitó a Jesús de entre los muertos dará también vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que habita en ustedes.
Entonces, hermanos, no vivamos según la carne, pues no le debemos nada.
Si viven según la carne, necesariamente morirán; más bien den muerte a las obras del cuerpo mediante el espíritu, y vivirán.
Todos aquellos a los que guía el Espíritu de Dios son hijos e hijas de Dios.
Entonces no vuelvan al miedo; ustedes no recibieron un espíritu de esclavos, sino el espíritu propio de los hijos, que nos permite gritar: ¡Abba!, o sea: ¡Padre!
El Espíritu asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.
Siendo hijos, son también herederos; la herencia de Dios será nuestra y la compartiremos con Cristo. Y si hemos sufrido con él, estaremos con él también en la Gloria.


Juan 14,15-16.23b-26.


Si ustedes me aman, guardarán mis mandamientos,
y yo rogaré al Padre y les dará otro Protector que permanecerá siempre con ustedes,
Jesús le respondió: «Si alguien me ama, guardará mis palabras, y mi Padre lo amará. Entonces vendremos a él para poner nuestra morada en él.
El que no me ama no guarda mis palabras; pero el mensaje que escuchan no es mío, sino del Padre que me ha enviado.
Les he dicho todo esto mientras estaba con ustedes.
En adelante el Espíritu Santo, el Intérprete que el Padre les va a enviar en mi Nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho.


Extraído de la Biblia Latinoamericana.



Leer el comentario del Evangelio por

Juan Taulero (c 1300-1361), dominico en Estrasburgo
Sermón 26, 2º para Pentecostés

"Se llenaron todos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar maravillas de Dios" (Hch. 2,4.11)

He aquí el bello aniversario del día en que el Espíritu Santo fue
enviado a los santos discípulos y a todos aquellos que estaban reunidos con
ellos, del día en el que se nos dio el bello tesoro que los engaños del
Enemigo y la imperfección humana nos habían hecho perder en el Paraíso
terrestre... Y esto llegó de una manera increíblemente externa; en
cuanto al misterio escondido y oculto sobre estas maravillas, no existía
razón alguna, ningún pensamiento, ninguna criatura sabía sobre ello, ni lo
concebía, ni sabía cómo nombrarlo. El Espíritu Santo es una inmensidad de
inconmensurable grandeza y tan dulce como todas las grandezas e
inmensidades que la razón misma pueda concebir... nada al lado de esta.
Comparado con ella, el cielo, la tierra, y todo aquello que podamos
comprender no es nada... He ahí por qué el Espíritu Santo debe, él mismo,
preparar el lugar donde debe ser recibido, trabajar él mismo para hacer que
el hombre sea capaz de recibirlo...; es el abismo inexplicable de Dios que
debe ser él mismo... su lugar y su capacidad de recepción. "La casa se
llenó por completo" (Hch. 2,2)... Esta casa simboliza, para empezar, la
santa Iglesia, que es la obra de Dios, pero también simboliza a cada hombre
habitado por el Espíritu Santo. Una casa tiene muchas estancias,
habitaciones, y en el hombre existen muchas facultades, sentidos y energías
diferentes: el Espíritu Santo las visita todas, de una manera especial.
Desde que llega, presiona, excita al hombre, despierta en él ciertas
inclinaciones, trabaja con él y lo aclara. Esta visita y estas acciones
interiores no son sentidas de la misma manera por todos los hombres. El
Espíritu Santo está en todas las personas valientes, pero el que quiera
tener conciencia de su acción, sentir y disfrutar de su presencia debe
recogerse en sí mismo... en la calma y el silencio... Cuanto más se
entregue a su propio recogimiento, más conciencia tendrá de esta
manifestación interior y siempre creciente del Espíritu Santo, que siempre
se da desde el principio.




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domingo, 12 de mayo de 2013

Evangelio del Día

domingo 12 Mayo 2013
Solemnidad de la Ascensión del Señor

Donde la Ascensión se celebró el jueves: domingo 7 de Pascua C - lecturas
San Pancracio Roma



Leer el comentario del Evangelio por
Beato John Henry Newman : "Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo"

Lecturas

Hechos 1,1-11.


En mi primer libro, querido Teófilo, hablé de todo lo que Jesús comenzó a hacer y enseñar.
Al final del libro, Jesús daba instrucciones mediante el Espíritu a los apóstoles que había elegido y era llevado al cielo.
De hecho, se presentó a ellos después de su pasión y les dio numerosas pruebas de que vivía. Durante cuarenta días se dejó ver por ellos y les habló del Reino de Dios.
En una ocasión en que estaba reunido con ellos les dijo que no se alejaran de Jerusalén y que esperaran lo que el Padre había prometido. «Ya les hablé al respecto, les dijo:
Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo dentro de pocos días.»
Los que estaban presentes le preguntaron: «Señor, ¿es ahora cuando vas a restablecer el Reino de Israel?»
Les respondió: «No les corresponde a ustedes conocer los tiempos y las etapas que solamente el Padre tenía autoridad para decidir.
Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo cuando venga sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los extremos de la tierra.»
Dicho esto, Jesús fue arrebatado ante sus ojos y una nube lo ocultó de su vista.
Ellos seguían mirando fijamente al cielo mientras se alejaba. Pero de repente vieron a su lado a dos hombres vestidos de blanco,
que les dijeron: «Amigos galileos, ¿qué hacen ahí mirando al cielo? Este Jesús que les ha sido quitado volverá de la misma manera que ustedes lo han visto ir al cielo.»


Hebreos 9,24-28.10,19-23.


Cristo, en efecto, no entró en un santuario hecho por hombres, figura del santuario auténtico, sino en el propio cielo, donde está ahora ante Dios en favor nuestro.
El no tuvo que sacrificarse repetidas veces, a diferencia del sumo sacerdote que vuelve todos los años con una sangre que no es la suya;
de otro modo hubiera tenido que padecer muchísimas veces desde la creación del mundo. De hecho se manifestó una sola vez, al fin de los tiempos, para abolir el pecado con su sacrificio.
Así como los hombres mueren una sola vez, y después viene para ellos el juicio;
de la misma manera Cristo se sacrificó una sola vez para quitar los pecados de una multitud. La segunda vez se manifestará a todos aquellos que lo esperan como a su salvador, pero ya no será por causa del pecado.
Así, pues, hermanos, no podemos dudar de que entraremos en el Santuario en virtud de la sangre de Jesús;
él nos abrió ese camino nuevo y vivo a través de la cortina, es decir, su carne.
Teniendo un sacerdote excepcional a cargo de la casa de Dios,
acerquémonos con corazón sincero, con fe plena, limpios interiormente de todo lo que mancha la conciencia y con el cuerpo lavado con agua pura.
Sigamos profesando nuestra esperanza sin que nada nos pueda conmover, ya que es digno de confianza aquel que se comprometió.


Lucas 24,46-53.


Jesús dijo a sus discípulos: «Todo esto estaba escrito: los padecimientos del Mesías y su resurrección de entre los muertos al tercer día.
Luego debe proclamarse en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados, comenzando por Jerusalén, y yendo después a todas las naciones, invitándolas a que se conviertan.
Ustedes son testigos de todo esto.
Ahora yo voy a enviar sobre ustedes lo que mi Padre prometió. Permanezcan, pues, en la ciudad hasta que sean revestidos de la fuerza que viene de arriba.»
Jesús los llevó hasta cerca de Betania y, levantando las manos, los bendijo.
Y mientras los bendecía, se separó de ellos (y fue llevado al cielo.
Ellos se postraron ante él.) Después volvieron llenos de gozo a Jerusalén,
y continuamente estaban en el Templo alabando a Dios.


Extraído de la Biblia Latinoamericana.



Leer el comentario del Evangelio por

Beato John Henry Newman (1801-1890), teólogo, fundador del Oratorio en Inglaterra
Sermón "La presencia espiritual de Cristo en la Iglesia", PPS, t. 6, n°10

"Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo"

La vuelta de Cristo a su Padre es a la vez fuente de pena, porque
implica su ausencia, y fuente de alegría, porque implica su presencia. De
la doctrina de su Ressurección y de su Ascensión brotan estas paradojas
cristianas a menudo mencionadas en la Escritura: estamos afligidos, pero
siempre alegres, " pobres, pero que enriquecen a muchos " (2Co 6,10).

Tal es en efecto nuestra condición presente: perdimos a Cristo y lo
encontramos; no lo vemos y sin embargo lo percibimos. "Estrechamos sus
pies" (Mt 28,9), pero Él nos dice: " no me retengas " (Jn 20,17). ¿Cómo
esto? El caso es que perdimos la percepción sensible y consciente de su
persona; no podemos mirarlo, oírlo, hablar con él, seguirlo de lugar en
lugar; pero gozamos espiritualmente, immaterialmente, interiormente,
mentalmente y realmente de su vista y de su posesión: una posesión más
efectiva y presente que aquella de la que los apóstoles gozaban en los días
de su carne, justamente porque es espiritual, justamente porque es
invisible.

Sabemos que en este mundo cuanto un objeto está más cerca, menos
podemos percibirlo y comprenderlo. Cristo está tan cerca de nosotros en la
Iglesia cristiana, llegando a decir, que no podemos fijar en Él la mirada o
distinguirlo. Entra en nosotros, y toma posesión de la herencia que
adquirió. No se nos presenta, sino que nos toma con él. Nos hace sus
miembros... No lo vemos; Conocemos su presencia sólo por la fe, porque está
por encima de nosotros y en nosotros. Así, estamos afligidos, porque no
somos conscientes de su presencia..., y nos regocijamos porque sabemos que
lo poseemos: " sin haberlo visto, le amáis, y sin contemplarlo todavía,
creéis en él, y así os alegráis con un gozo inefable y radiante, alcanzando
así la meta de vuestra fe: la salvación de vuestras almas " (1P 1,8-9).




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domingo, 5 de mayo de 2013

Evangelio del Día

domingo 05 Mayo 2013
Sexto Domingo de Pascua




Leer el comentario del Evangelio por
Beato Juan Pablo II : "El Defensor, el Espíritu Santo... os recordará todo lo que os he dicho"

Lecturas

Hechos 15,1-2.22-29.


Llegaron algunos de Judea que aleccionaban a los hermanos con estas palabras: «Ustedes no pueden salvarse, a no ser que se circunciden como lo manda Moisés.»
Esto ocasionó bastante perturbación, así como discusiones muy violentas de Pablo y Bernabé con ellos. Al fin se decidió que Pablo y Bernabé junto con algunos de ellos subieran a Jerusalén para tratar esta cuestión con los apóstoles y los presbíteros.
Entonces los apóstoles y los presbíteros, de acuerdo con toda la Iglesia, decidieron elegir a algunos hombres de entre ellos para enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Fueron elegidos Judas, llamado Barsabás, y Silas, ambos dirigentes entre los hermanos.
Debían entregar la siguiente carta: «Los apóstoles y los hermanos con título de ancianos saludan a los hermanos no judíos de Antioquía, Siria y Cilicia.
Nos hemos enterado de que algunos de entre nosotros los han inquietado y perturbado con sus palabras. No tenían mandato alguno nuestro.
Pero ahora, reunidos en asamblea, hemos decidido elegir algunos hombres y enviarlos a ustedes junto con los queridos hermanos Bernabé y Pablo,
que han consagrado su vida al servicio de nuestro Señor Jesucristo.
Les enviamos, pues, a Judas y a Silas, que les expondrán de viva voz todo el asunto.
Fue el parecer del Espíritu Santo y el nuestro no imponerles ninguna otra carga fuera de las indispensables:
(que no coman carne sacrificada a los ídolos, ni sangre, ni carne de animales sin desangrar y que se abstengan de relaciones sexuales prohibidas.) Harán bien si se abstienen de esto, dejándose guiar por el Espíritu Santo. Adiós.»


Apoc. 21,10-14.22-23.


Me trasladó en espíritu a un cerro muy grande y elevado y me mostró la Ciudad Santa de Jerusalén, que bajaba del cielo de junto a Dios,
envuelta en la gloria de Dios. Resplandecía como piedra muy preciosa con el color del jaspe cristalino.
Tenía una muralla grande y alta con doce puertas, y sobre las puertas doce ángeles y nombres grabados, que son los nombres de las doce tribus de los hijos de Israel.
Tres puertas dan a oriente y otras tres miran al norte; tres puertas al sur y otras tres al poniente.
La muralla de la ciudad descansa sobre doce bases en las que están escritos los nombres de los doce Apóstoles del Cordero.
No vi templo alguno en la ciudad, porque su templo es el Señor Dios, el Todopoderoso, y el Cordero.
La ciudad no necesita luz del sol ni de la luna, porque la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero.


Juan 14,23-29.


Jesús le respondió: «Si alguien me ama, guardará mis palabras, y mi Padre lo amará. Entonces vendremos a él para poner nuestra morada en él.
El que no me ama no guarda mis palabras; pero el mensaje que escuchan no es mío, sino del Padre que me ha enviado.
Les he dicho todo esto mientras estaba con ustedes.
En adelante el Espíritu Santo, el Intérprete que el Padre les va a enviar en mi Nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho.
Les dejo la paz, les doy mi paz. La paz que yo les doy no es como la que da el mundo. Que no haya en ustedes angustia ni miedo.
Sa ben que les dije: Me voy, pero volveré a ustedes. Si me amaran, se alegrarían de que me vaya al Padre, pues el Padre es más grande que yo.
Les he dicho estas cosas aho ra, antes de que sucedan, para que cuando sucedan ustedes crean.


Extraído de la Biblia Latinoamericana.



Leer el comentario del Evangelio por

Beato Juan Pablo II (1920-2005), papa
Encíclica "Dominum et vivificantem", § 24 (trad. © Libreria Editrice Vaticana)

"El Defensor, el Espíritu Santo... os recordará todo lo que os he dicho"

Cristo, que "había entregado el espíritu en la cruz" (Jn 19,30) como
Hijo del hombre y Cordero de Dios, una vez resucitado va donde los
apóstoles para "soplar sobre ellos" (Jn 20,22)... La venida del Señor
llena de gozo a los presentes: "Su tristeza se convierte en gozo" (cf Jn
16,20), como ya había prometido antes de su pasión. Y sobre todo se
verifica el principal anuncio del discurso de despedida: Cristo resucitado,
como si preparara una nueva creación, "trae" el Espíritu Santo a los
apóstoles. Lo trae a costa de su "partida"; les da este Espíritu como a
través de las heridas de su crucifixión: "les mostró las manos y el
costado". En virtud de esta crucifixión les dice: "Recibid el Espíritu
Santo". Se establece así una relación profunda entre el envío del
Hijo y el del Espíritu Santo. No se da el envío del Espíritu Santo (después
del pecado original) sin la Cruz y la Resurrección: "Si no me voy, no
vendrá a vosotros el Paráclito" (Jn 16,7). Se establece también una
relación íntima entre la misión del Espíritu Santo y la del Hijo en la
Redención. La misión del Hijo, en cierto modo, encuentra su "cumplimiento"
en la Redención: "Recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros" (Jn
16,15). La Redención es realizada totalmente por el Hijo, el Ungido, que
ha venido y actuado con el poder del Espíritu Santo, ofreciéndose
finalmente en sacrificio supremo sobre el madero de la Cruz. Y esta
Redención, al mismo tiempo, es realizada constantemente en los corazones y
en las conciencias humanas —en la historia del mundo— por el Espíritu
Santo, que es el "otro Paráclito" (Jn 14,16).




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